Una mente sana reduce el dolor físico

La terapeuta y ‘coach’ Anna Colom, una mujer que ha superado una enfermedad severa de reumatismo, defiende que una mente sana reduce el dolor físico y que el 80 % de las patologías son de origen emocional.

La terapeuta y ‘coach’ Anna Colom, una mujer que ha superado una enfermedad severa de reumatismo, defiende que una mente sana reduce el dolor físico y que el 80 % de las patologías son de origen emocional.

Colom, de 42 años, explica que cuando le diagnosticaron poliartritis reumatoide evolutiva crónica, un tipo de artritis grave que reduce paulatinamente la movilidad, “fue un shock” para ella, porque era muy joven -ha confesado- y “tenía muchas expectativas, muchos planes y, de repente, todo se desvanece.”

Colom ha asegurado que todo el mundo que se encuentra en esta situación tiene dos opciones: “O quedarse en el victimismo o hacer algo al respecto”. Ella escogió la segunda.

Después de asimilar su situación, Colom comenzó a indagar otros caminos. “Pensé: el no ya lo tengo, pero como mínimo voy a mirar en qué consiste esto de la medicina alternativa“, ha recordado. Sin dejar nunca el tratamiento médico, la terapia emocional le supuso un cambio en su calidad de vida y, según ha asegurado, fue lo que le ayudó a superar la dolencia.

 

 

Sentirse bien, primer paso para curarse

La terapeuta ha afirmado que “el 80 % de las enfermedades físicas tienen su origen en la parte emocional” y ha defendido que la terapia no es un tratamiento sustitutivo de la medicina convencional, pero “es complementaria a ésta y puede hacer la enfermedad más llevadera”, e incluso reducir sus efectos.

Una vez superó su enfermedad, Colom decidió compartir lo que había aprendido con otras personas como ella porque para superar una dolencia física “es fundamental sanar psíquica y emocionalmente”, ha remarcado.

Construyó su propia escuela, “Escola per una nova consciència”, en la que imparte cursos y talleres colectivos para trabajar la parte emocional de la enfermedad siguiendo como estructura medular de la terapia cuatro pasos: “Aceptación, comprensión, silencio y perdón”.

Según Colom, no se trata sólo de una terapia para personas con dolor físico, sino tambiénpara personas que quieran aprender a gestionar sus rutinas de trabajo y cambiar su manera de entender la vida. Por esa razón, los ‘pacientes’ de Colom no son en su totalidad enfermos, también acuden a su consulta profesionales y políticos, entre otros.

“Me llegan dos tipos de personas, unas a las que el ‘burofax’, la dolencia, ya ha llegado al cuerpo físico, y otras que no saben qué les pasa”. En este segundo caso, Colom trata de buscar la raíz del problema y trabajar sobre él para evitar que la dolencia emocional llegue al cuerpo.

“Si una silla necesita cuatro patas para sostenerse y no lo hace es porque una de ellas está rota, y hay que detectar cuál de ellas es”, ha ejemplificado.

 

Superar el diagnóstico y afrontar la enfermedad

 

La terapeuta ha asegurado que este campo “traspasa la línea de la psicología” y ha afirmado que intenta llegar hasta el impacto y traspasar el bloqueo emocional provocado por la noticia de la enfermedad.

En todo caso, sanar mental y emocionalmente depende únicamente de uno mismo, según Anna Colom, que ha reiterado que “si el paciente no mantiene una actitud positiva y no se toma en serio los ejercicios” la terapia emocional nunca funcionará.

“Mis pacientes, la gente que se encuentra mal, es cada vez más joven”, ha advertido la terapeuta emocional, quien cada vez más trata a enfermos de tan sólo 25 años.

El ritmo frenético con el que vivimos y las fuertes presiones a las que estamos sometidos continuamente provocan, según Colom, que estemos más preocupados por el futuro que por el presente, por lo que, en su opinión, no vivimos, sino que sobrevivimos.

La famosa expresión “hay que vivir el presente” la predica todo el mundo, pero pocos la cumplen y, según la terapeuta Colom, “hacer un cambio de conciencia y dejar de sobrevivir para vivir es fundamental”, tanto para el estado mental como el físico. EFE