Por: Juliana Palomino • Bolivia.com

La pérdida de audición se presenta sin importar la edad

No importa la etapa de la vida en la que te encuentres, la pérdida de audición puede presentarse a cualquier edad.

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Que no te pase a ti. Foto: Shutterstock
Que no te pase a ti. Foto: Shutterstock

No importa la etapa de la vida en la que te encuentres, la pérdida de audición puede presentarse a cualquier edad.

Detectar la pérdida de audición a tiempo, en cualquier etapa de la vida, tiene un gran beneficio para los niños, jóvenes y adultos que viven con esta condición. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 466 millones de personas padecen de pérdidas auditivas discapacitantes en el mundo y se estima que para el 2050 esta cifra aumentará a 900 millones de personas. Tan sólo en Colombia, cerca de 7 millones de colombianos padecen problemas del oído y de la audición.

En el marco del Día Mundial de la Audición, la OMS invita a los colombianos a examinar su audición a través de la aplicación HearWHO; disponible para usuarios de Android y iOS. El Dr. Jorge Almario, asesor clínico de Cochlear, explica que, quienes no han detectado alguna anomalía en su salud auditiva, deben examinarse al menos una vez al año; mientras que aquellos con pérdidas detectadas deben seguir los controles de acuerdo con las recomendaciones de un especialista.

El 60% de los casos de hipoacusia (pérdida de audición) se atribuye a causas prevenibles. “Es fundamental que todas las personas examinen periódicamente su audición para la detección temprana de cualquier problema. Esto es importante porque las pérdidas auditivas pueden ser adquiridas en cualquier etapa de la vida, provocadas por infecciones, enfermedades, medicamentos ototóxicos, golpes, alta exposición al ruido, entre otras causas que son prevenibles”, comentó el Dr. Almario.

Las consecuencias de no tratar la pérdida de audición en las personas son directamente proporcionales a la prontitud con la que se detecten. Constanza Acevedo, presidente de la Fundación ECO de Padres a Padres, comenta que el apoyo del núcleo familiar es crucial para la detección temprana de la pérdida auditiva en niños y adultos mayores.

“Es importante que los familiares y cuidadores estén atentos a señales de alerta de acuerdo con la edad. En el caso de los niños se debe asegurar un tamizaje auditivo al momento de nacer, y continuar los controles y exámenes auditivos cada año. Los padres también deben estar atentos al desarrollo del lenguaje y la comunicación en los niños”.

Los expertos también recomiendan que las familias estén atentas a señales de alerta para el adulto mayor como la dificultad en la comunicación, el aislamiento y la depresión; ya que la detección temprana de la pérdida auditiva en esta etapa de la vida permite una intervención oportuna que ofrece grandes beneficios al paciente.

Acevedo asegura que la hipoacusia no atendida, no solamente causa efectos físicos o funcionales, también emocionales y sociales en cualquier etapa de la vida. La pérdida de audición desatendida puede causar demoras en el desarrollo del habla y el lenguaje en los niños; disminución del aprovechamiento escolar; aislamiento social, baja autoestima; y afectación de decisiones profesionales. Y agrega que “la fortaleza y la perseverancia por parte del círculo social cercano facilitarán de forma inequívoca la interacción en comunidad de las personas con pérdida auditiva”.

Consecuencias de la pérdida de audición no atendida

Infancia: Según el Dr Almario, “los niños no pueden desarrollar adecuadamente el lenguaje y su capacidad de interacción se altera, porque genera aislamiento”.  Además, pueden tener efectos perjudiciales en el rendimiento académico, incluido el desaprovechamiento escolar.

Adultos jóvenes: Las personas, en la adolescencia y adultez, que presentan síntomas de hipoacusia son más propensas a que su salud psicosocial se deteriore, ya que en ellas aparecen estados como la preocupación, irritabilidad, depresión, baja concentración, frustración personal e insomnio.

Adultos mayores: Aunque la presbiacusia puede ser una condición normal de envejecimiento, si no es tratada a tiempo se afecta la comunicación a nivel psicosocial con ansiedad y depresión. Luego, se agrava con el declive cognitivo haciendo que la persona termine en el aislamiento social, con un mayor riesgo de desarrollar demencia.

Soluciones para cada etapa de la vida

En la actualidad, las personas con hipoacusia pueden escuchar en cualquier etapa de la vida, gracias al avance científico, que ofrece a esta población la posibilidad de acceder a una amplia gama de soluciones tecnológicas. Este desarrollo ofrece conectividad, adaptabilidad y funcionalidad, características que hacen que los dispositivos se ajusten a las diferentes necesidades de las personas.

Expertos explican que entender los tipos y causas de la pérdida auditiva desde el primer momento es la fase inicial para buscar la mejor alternativa que permita habilitar o rehabilitar la audición. “La hipoacusia del oído medio o externo; es decir, cuando las ondas sonoras llegan deterioradas al oído interno por vía aérea, se puede rehabilitar con implantes osteointegrados, una solución que utiliza el hueso para que el usuario recupere la capacidad de escuchar mediante un proceso natural”.

Cuando el usuario tiene un daño severo en el oído interno, que no le permite percibir sonidos de forma natural, puede ser tratado quirúrgicamente: “El implante coclear es un dispositivo médico quirúrgico que es implantado en la cóclea para estimular directamente el nervio, obviando la lesión que hay en el oído. Está indicado para pacientes en cualquier etapa de la vida”, continua la especialista.

La conectividad es uno de los atributos más destacables e innovadores de las soluciones auditivas implantables, debido a que permite al usuario vincular sus funciones con diferentes dispositivos electrónicos y desarrollar habilidades que contribuyan al crecimiento profesional del usuario y así reducir las posibilidades de padecer trastornos como la depresión, demencia, y aislamiento, causados por pérdidas auditivas.

María Piedad Núñez concluye: “Es vital enseñar a los niños y jóvenes a cuidar su poder de escuchar, moderando el nivel del volumen. También, es importante mantener la supervisión de los padres frente al uso de los dispositivos tecnológicos que pueden afectar agresivamente la salud auditiva de sus hijos”.

Los especialistas hacen un llamado a toda la población para que examinen su audición periódicamente en cada etapa de su vida, para así cuidar de su salud auditiva y detectar posibles alteraciones oportunamente.