COVID-19: Mitos y verdades sobre la vacunación contra el coronavirus
La ciencia ha respondido rápidamente a la necesidad de una vacuna; pese a esto, muchas personas siguen dudando sobre su efectividad y los efectos que representa.
La ciencia ha respondido rápidamente a la necesidad de una vacuna; pese a esto, muchas personas siguen dudando sobre su efectividad y los efectos que representa.
La COVID-19 causa a diario, la muerte de aproximadamente 15.000 personas en el mundo. Al respecto, la ciencia respondió rápidamente a la necesidad de una vacuna, en diciembre de 2020 comenzó el proceso de vacunación, y a la fecha 460 millones de personas han recibido la inmunización con al menos la primera dosis; pese a esto, muchas personas en el mundo siguen cuestionando la efectividad de la vacuna y los efectos que representa.
Por esta razón, el director del Instituto de Virología de la Universidad del Bosque, Jairo Castellanos; y el médico del deporte y líder científico de un reconocido club médico deportivo colombiano, Alejandro Sarmiento, explican algunos de los mitos y verdades alrededor de esta temática.
No se necesita una vacuna, se cura con medicamentos
Desde el inicio de la pandemia, han corrido rumores que aseguran que medicamentos como la azitromicina, la ivermectina, o incluso, el hidróxido de cloro tienen efectos preventivos o curativos contra la COVID-19. Sin embargo, estudios clínicos realizados en el último año, demuestran que no tienen efectos de protección y mucho menos curativos frente a la enfermedad, pero sí pueden tener consecuencias graves para la salud.
Los remedios naturales son suficientes
Productos naturales como agua de mar profundo o la moringa, no son cura para el virus como se ha establecido socialmente. "Los pacientes llegan de manera tardía a recibir tratamiento porque creen que la moringa los va a curar de COVID-19. La moringa, el jengibre, el agua de panela ayudan a disminuir los síntomas, pero no son curativos, no es el tratamiento adecuado para combatir el virus, por lo tanto, no es el método para manejar la enfermedad", explicó Castellanos.
La ciencia funciona, necesitamos vacunarnos
Existen muchos mitos alrededor de la vacunación, "que tiene un chip", "que transmite el virus", "que causa otras enfermedades". Otros aseguran que la COVID-19 es una gripa, sin embargo, una gripa no causa alta mortalidad. Por esta razón, la vacunación es un proceso indispensable para prevenir la enfermedad y minimizar los efectos que ha tenido la pandemia desde su inicio.
"La tecnología de las vacunas ha logrado erradicar enfermedades altamente contagiosas como la viruela, polio, o controlar enfermedades como la varicela y el sarampión. La ciencia ha logrado esta erradicación y es importante confiar en ella para tener el mismo resultado con la COVID-19", puntualizó Castellanos.
Tiene efectos secundarios
La vacuna de COVID-19, como todas las vacunas, tiene efectos, puesto que se pone un medicamento a personas sanas para prevenir la enfermedad; algunos de los más comunes en la inmunización contra el coronavirus son: fatiga, dolor muscular, dolor articular, dolor de cabeza y escalofríos.
Sin embargo, las organizaciones mundiales están en la búsqueda de los efectos adversos de cada vacuna. "En el caso de los trombos, se debe tener en cuenta que las rutinas de la sociedad han cambiado, las personas duran más tiempo sentados, no realizan la misma intensidad de ejercicio, elementos que potencializan la aparición de trombos, adicionales a los que la misma enfermedad pueden generar. Por su parte, las vacunas, han generado el 0,00009% trombos en las personas vacunadas".
La meta: inmunidad de rebaño
La única ruta por la que llegaremos a la inmunidad poblacional es a través de la vacunación. Al llegar al 75% de los vacunados o infectados en la población total, se puede establecer que el virus se está logrando erradicar.
"Los estudios han demostrado que las vacunas son efectivas, se disminuye la transmisibilidad entre un individuo y otro en un 70%. Gracias a esto, se reducen los pacientes hospitalizados y con síntomas graves. Por lo cual, es importante que se vacune, no importa la marca o el origen de la vacuna, la mejor vacuna es la que le toque a usted", concluyó Castellanos.