Por: Mary Mora con información de EFE • Bolivia.com

Bolivia rechaza las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el tipo de cambio y subsidios

El Gobierno boliviano rechazó las recomendaciones hechas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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Según el ministro, varias de las recomendaciones son "una forma esquizofrénica de ir a la austeridad por ultranza". Foto: ABI
Según el ministro, varias de las recomendaciones son "una forma esquizofrénica de ir a la austeridad por ultranza". Foto: ABI

El Gobierno boliviano rechazó las recomendaciones hechas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Gobierno boliviano rechazó las recomendaciones hechas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) orientadas al ajuste del tipo de cambio fijo y la reducción de gastos y subsidios a los combustibles.

El ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, señaló que "ese tipo de recomendaciones no las vamos a aceptar, tenemos un país soberano, tenemos una política económica soberana desde el año 2006".

Varias de las recomendaciones del Directorio Ejecutivo del FMI sobre la consulta del Artículo IV de 2022 son "viejas recetas" que esa organización propuso "hace muchas décadas atrás", dijo Montenegro en una conferencia de prensa.

Si bien el ministro reconoció que en una parte del informe del FMI se reconocen los logros del Gobierno de Luis Arce, señaló que varias de las recomendaciones son "una forma esquizofrénica de ir a la austeridad por ultranza".

Estos son algunos puntos de las recomendaciones que han entrado en polémica:

¿Eliminación de bonos y subsidios?

El FMI afirma que en Bolivia "se requerirá un ajuste fiscal significativo" para asegurar una deuda sostenible, "eliminar el financiamiento monetario" y "reconstruir" las reservas internacionales.

En caso de mantener el tipo de cambio fijo, una medida que se adoptó desde 2011, el Gobierno tendría que "restringir los gastos" y para ello debiera tomar acciones "eliminando el bono salarial de fin de año", "restringiendo el crecimiento de salarios", "limitando el crecimiento de la inversión pública" y "reduciendo los subsidios".

Uno de los subsidios más importantes que aplica el Gobierno de Bolivia es a los combustibles, que llega hasta unos 1.300 millones de dólares anuales, y cuya hipotética eliminación haría necesaria una "compensación" a los sectores más pobres de la población, según el FMI.

En el caso de la eliminación del aguinaldo, el ministro Montenegro dijo que Bolivia tiene claridad en las políticas económicas que aplica y que el bono salarial de fin de año es uno de los "derechos sagrados y bien ganados por los trabajadores".

Aspectos como ese bono son para el sector público "derechos consagrados" y "no podemos eliminarlos de un sopetón por una sugerencia del Fondo Monetario Internacional", enfatizó.

¿Flexibilización en el tipo de cambio?

Sobre el rol del Banco Central de Bolivia, el organismo considera que una mayor independencia del ente emisor "beneficiaría" al país junto a una "transición cuidadosamente secuenciada" hacia un tipo de cambio más flexible.

"Una mayor flexibilidad del tipo de cambio ayudaría a preservar las reservas internacionales, reduciría la actual sobreevaluación del tipo de cambio y proporcionaría ganancias netas de bienestar", indica el FMI.

Asimismo, ante la sugerencia de hacer más flexible el tipo de cambio, Montenegro aseveró que en el Gobierno "no vemos la necesidad de modificar la paridad cambiaria".

Otros a considerar

En el informe también se menciona que "la creciente interdependencia del sistema de pensiones y el gobierno debe ser monitoreada".

Asimismo, recomienda la creación de "programas para reducir el contrabando y la informalidad" para ayudar "a mejorar la gobernabilidad". "Las reformas de la administración tributaria y aduanera pueden ayudar al rastrear las mercancías y mejorar el cumplimiento de los procedimientos de importación".

El ministro también se refirió a que, en contraposición a este informe, el propio FMI este año se pronunció a favor de una "mayor holgura" de los países en la administración del gasto fiscal.

Montenegro consideró que "una economía en reconstrucción y recuperación", luego de la pandemia, "necesita (el) empuje de la demanda interna" y que sería un "contrasentido" quitar esa dinámica con las medidas que recomienda el FMI.

"No tenemos ningún tipo de obligación de seguir al pie de la letra ninguna de sus sugerencias", remarcó.

Bolivia tiene hasta el momento la inflación más baja de Suramérica con un 1,6%, ha aumentado la recaudación tributaria y registra un superávit comercial en el que destacan los ingresos por exportaciones no tradicionales.