Las estrategias para superar el contexto internacional está en potenciar la productividad interna dice el ministro. Foto: Pexels
Bolivia es el país con la segunda inflación más baja del mundo y así lo celebró el ministro de Economía y Finanzas Pública de Bolivia, Marcelo Montenegro.
Según detalla las autoridades bolivianas, el Gobierno de Bolivia hace alarde de su economía estable y detalla las estrategias que le sirvieron para mantener a raya la inflación.
“El indicador se mantuvo estable con una inflación controlada que llegó al 3% en noviembre y se sitúa como la segunda más baja de todo el mundo, así como con un crecimiento económico sostenido, que llegó a 4,1% en el segundo trimestre”, explicó Montenegro ante medios nacionales.
La autoridad aseveró que los efectos de la guerra en Ucarania y las consecuencias de la pandemia post Covid-19 generaron un contexto internacional volátil que obligan a los países de Latinoamérica a tomar medidas drásticas con costo político.
Pero asegura que Bolivia se mantuvo firme en una política que trajo la gestión del presidente Luis Arce y que seguramente, la mantendrán a lo largo de este contexto internacional.
“Fortalecer la demanda interna y profundizar la industrialización, de tal manera que la economía boliviana mantenga un crecimiento por encima del promedio de la región, a pesar del escenario global adverso”, explicó Montenegro.
Aseguró que en este contexto político, se contemplan avances progresivos en aspectos como la reducción de la pobreza y la desigualdad. "Esto traerá mejora de oportunidades para la población, con una visión de mediano y largo plazo que coadyuve al desarrollo de nuestra sociedad”, dijo Montenegro.
Los cálculos del Gobierno de Bolivia aseguran que se estima el crecimiento del PIB del 4,86% para 2023 y una tasa de inflación controlada en 3,57%.
“En Bolivia estimamos que la inflación mostrará una variación por debajo de la media regional, debido a que continuaremos con la aplicación de medidas heterodoxas de estabilización de precios como son los subsidios a productos básicos, el fortalecimiento de la oferta y el control de la especulación, entre otros”, concluyó Montenegro.