Gabriel Boric espera "cerrar" el capítulo del Silala con Bolivia tras más de 20 años
Ambos países, sin embargo, anunciaron en mayo su intención de recomponer la relación e iniciaron nuevas conversaciones que en los últimos meses han registrado algunos avances, aunque todavía muy tímidos.
Ambos países, sin embargo, anunciaron en mayo su intención de recomponer la relación e iniciaron nuevas conversaciones que en los últimos meses han registrado algunos avances, aunque todavía muy tímidos.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, afirmó que tras el fin de los alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya por el Caso Silala, que enfrenta a su país con Bolivia, espera que ambos estados puedan "cerrar este capítulo que se ha extendido por más de 20 años".
"Podemos decir que en La Haya hemos presentado un caso robusto y que ahora está en manos de la Corte entregar una solución", dijo el jefe de Estado chileno tras reunirse durante la mañana con la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola.
"La postura que como Estado chileno presentamos ante La Haya es fundamentada y seria, y se ha visto fielmente representado en los alegatos de las últimas semanas", agregó el mandatario.
Con el fin de esta etapa en el juicio internacional, Boric adelantó que dentro sus expectativas está un "nuevo paso en las relaciones bilaterales" entre ambos países, cuyo vínculo diplomático estuvo congelado durante 11 años hasta mediados de 2021.
"La intención del Estado Chileno está de avanzar en las cosas que nos unen", enfatizó Boric, quien ya se ha referido a la necesidad de tender puentes firmes con los países para abordar, por ejemplo, estrategias conjuntas para afrontar la crisis migratoria que sufre el cono sur derivada del éxodo venezolano, entre otras materias.
Por su parte, la subsecretaria de Relaciones Exteriores y agente de Chile ante La Haya, Ximena Fuentes, indicó que la corte podría estar en condiciones de entregar un fallo entre cinco meses y un año.
"En la medida en que la Corte acepte nuestros argumentos, no se puede hablar ni de ganador ni de perdedor, sino que ambos estados lograrán la certeza jurídica que les permitirá cooperar en materia de recursos hídricos compartidos", añadió Fuentes.
El Silala es un río pequeño, pero su ubicación en el árido desierto de Atacama lo convierte en un recurso hídrico clave para el desarrollo de Antofagasta, la región minera por excelencia en un país que es el mayor productor de cobre del mundo.
Chile busca que La Haya declare que el Silala es un río internacional y que, por lo tanto, ha tenido y tiene derecho al uso "razonable y equitativo" de sus aguas.
Su principal argumento es que el Silala llega a Chile atravesando una quebrada que tiene una pendiente de entre un 4% y un 5% de desnivel, que se ha formado de manera natural en los últimos 8.400 años.
Se trata del último de una larga lista de roces, la mayoría de los cuales se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1884), cuando Bolivia perdió su salida al mar y cedió a Chile parte del desierto de Atacama, lo que le supuso la pérdida de 400 kilómetros de costa.
La controversia se intensificó en 2013, cuando Morales acudió a la CIJ para reclamar la salida al mar. El alto tribunal de las Naciones Unidas terminó dándole la razón a Chile en 2018.
Otro momento de gran tensión se produjo en la década de 1960 a causa del río Lauca y provocó que Bolivia rompiera relaciones diplomáticas con Chile cuatro años después.
Ambos países, sin embargo, anunciaron en mayo su intención de recomponer la relación e iniciaron nuevas conversaciones que en los últimos meses han registrado algunos avances, aunque todavía muy tímidos.