El presidente de Bolivia, Luis Arce, viaja a Chile para asistir a la investidura de Boric

El presidente de Bolivia, Luis Arce, viajó este jueves a Chile para participar el viernes en la investidura de Gabriel Boric como nuevo mandatario de ese país, con quien también prevé reunirse.

"Partimos rumbo a #Chile para participar de la investidura del hermano @gabrielboric y sostener importantes reuniones bilaterales", escribió Arce en Twitter.

El gobernante boliviano informó además que entregó el "bastón de mando" del país al vicepresidente David Choquehuanca, y acompañó su publicación con una fotografía de ambos.

Arce participará en los actos de investidura de Boric y luego se prevé que sostengan una reunión para abordar "temas comunes" entre sus países, dijo más temprano a los medios la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón.

Entre las temáticas comunes que se discutirán están las relaciones comerciales, la migración y la lucha contra el narcotráfico, indicó.

La viceministra señaló que hay "muchas coincidencias" con el próximo Gobierno de Boric, por lo que ve necesario que se "establezca este acercamiento".

Está previsto que Arce retorne al país el viernes en la noche, añadió Alcón.

Desde Bolivia también está anunciada la asistencia del exvicepresidente Álvaro García Linera, identificado como uno de los referentes intelectuales de Boric.

Boric asumirá la Presidencia chilena tras imponerse al ultraconservador José Antonio Kast en la segunda vuelta de las elecciones en ese país, el pasado 19 de diciembre, con un 55,8% de los votos, casi 12 puntos más que su rival en las urnas.

Su llegada al Gobierno chileno ha sido considerada por el Ejecutivo boliviano como la posibilidad de una nueva etapa de las relaciones bilaterales.

Ambos países no tienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1978 por la centenaria reclamación boliviana del acceso soberano al océano Pacífico perdido en una guerra a fines del siglo XIX.

La situación bilateral fue particularmente tensa en los últimos años por la demanda planteada en 2013 por el Gobierno de Evo Morales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en busca de un fallo que obligue a Chile a negociar en firme la reclamación marítima boliviana.

En 2018, la CIJ determinó que Chile no tiene obligación legal de negociar con Bolivia, aunque las autoridades bolivianas entienden que la sentencia no supone un impedimento para que haya un diálogo.

También queda por dirimirse en la Corte de La Haya otra demanda planteada por Chile por los derechos en el uso de las aguas del Silala y la visión contrapuesta de si es un manantial o un río internacional, además de una contrademanda que presentó Bolivia.

El alto tribunal de Naciones Unidas convocó a ambos países para unas vistas orales referidas a este caso entre el 1 y 14 de abril.