Río de Janeiro bajo fuego: ¿Qué pasó en las favelas? Reportan 132 fallecidos tras operativos
Un megaoperativo de seguridad en las favelas de Río de Janeiro en Brasil causó conmoción en el mundo. ¿Qué pasó?
Un megaoperativo de seguridad en las favelas de Río de Janeiro en Brasil causó conmoción en el mundo. ¿Qué pasó?
Un enfrentamiento inimaginable se desató en las favelas de Río de Janeiro en Brasil, las autoridades reportan hasta este jueves 30 de octubre, al menos 132 fallecidos, entre esos 4 policías. Las escenas fueron comparadas con una película de acción.
El gobernador brasilero, Claudio Castro, aseguró que este operativo "ha sido el mayor registrado en la historia" y que participaron más de 2.500 funcionarios de élite, el objetivo era desmantelar la estructura criminal denominada Comando Vermelho, que controla todas las favelas del norte de la ciudad.
Según datos difundidos por la Policía Militar de Río de Janeiro, durante el operativo de seguridad se incautaron 31 fusiles de uso militar, medio centenar de armas de fuego de diversos calibres y se aprehendieron a más de 80 sospechosos, entre esos, menores de edad.
¿Por qué Argentina está en alerta?
Los pasos limítrofes de Misiones y Paraná en Argentina están en alerta máxima tras los hechos debido a que están previniendo que los miembros del Comando Vermelho o criminales comunes empiecen a huir de Río de Janeiro, buscando evadir los operativos de seguridad en Brasil.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, enfatizó que se intensificarán los controles migratorios y de antecedentes bajo un "modelo de alerta" que implica "mirar con cuatro ojos a los brasileños que vienen".
Esta decisión se coordina también con Paraguay, país vecino que también reforzó sus fronteras tras los hechos reportados en Río de Janeiro, y forma parte de una estrategia regional contra el crimen trasnacional, aunque críticos como la exministra Sabina Frederic la ven como un gesto "electoral" del gobierno de Javier Milei.
Rechazo en las comunidades
El megaoperativo de seguridad generó rechazo entre las comunidades debido a que algunos lo catalogaron como "asesinatos masivos". Los habitantes de las favelas colocaron los cuerpos en una plaza pública como forma de denuncia, y el día siguiente (29 de octubre) se registraron manifestaciones frente al Palacio de Guanabara, sede del gobierno estatal, con gritos de "¡asesinos!" y banderas brasileñas manchadas de rojo simbólicamente.
El operativo se enmarcó en una escalada de violencia narco, con narcotraficantes lanzando explosivos contra la policía, y ha sido criticado por organizaciones como Human Rights Watch por el alto número de víctimas civiles y la falta de planificación en la contención de los daños.