20 comerciantes lo perdieron todo a causa del incendio del Gran Vía Mall y un total de 45 puestos fueron afectados
Los comerciantes se encuentran en estado de emergencia y piden respuestas y acciones para resarcir los daños ocasionados por el incendio que sucedió el pasado lunes en el Gran Vía Mall.
Los comerciantes se encuentran en estado de emergencia y piden respuestas y acciones para resarcir los daños ocasionados por el incendio que sucedió el pasado lunes en el Gran Vía Mall.
Como consecuencia del incendio del Gran Vía Mall, 20 comerciantes perdieron absolutamente todo y hubo un total de 45 afectados por cenizas y fuego que cayó en sus puestos. El nuevo edificio comercial ahora está lleno de juicios, accidentes y multas por distintas causas.
De momento, el dueño mayoritario de la edificación aseguró que se está contactando con los afectados para resarcir los daños causados por el incendio.
Comerciantes de la zona estaban compungidas tras el accidente, ya que, en algunos casos, lo perdieron todo y sólo quedaron cenizas.
Algunas dueñas de los puestos afectados hablaron en medio de lágrimas, explicando cómo su trabajo era el sustento de su familia y cómo habían trabajado en el mismo lugar desde ya hace más de 40 años. Algunas tienen deudas con el banco y otras, necesitan proveer en sus hogares.
La ejecutiva de la Federación Departamental Única Julio de Patiño, Martha Tintaya, dijo que en la zona del siniestro, existen 60 vendedores, y que al menos 45 de ellos fueron afectados, otras 20 fueron los que se quedaron con cenizas donde antes tennían una fuente de trabajo.
La Asociación de Comercianres Minoristas Bajo Puente Vita-Manco Kápac, se han declarado en estado de emergencia en su totalidad, es decir, los 60 comerciantes; todos ellos se mantienen firmes y exigen que el dueño mayoritario del Gran Vía Mall, Eynar Viscarra, se haga cargo y que resarza los daños ocasionados por el incendio.
Viscarra por su parte, declaró que busca una reunión en la que pueda reparar los daños y hacerse cargo, aunque el miércoles se presentaron copropietarios y comerciantes en el lugar y ambos gritaban entre ellos, los comerciantes pedían la demolición del lugar, y los copropietarios hablaban de una reubicación para las y los comerciantes de la zona.
El edificio ya lleva ocho años en proceso de construcción, y los vecinos del lugar aseguran que es una "casa maldita", ya que se registraron varios incidentes, además del incendio, entre ellos, la pérdida de dos obreros que cayeron desde lo alto, y además la pérdida de la vida de un transeúnte que pasaba por ahí y le cayó un material de construcción, quitándole la vida.