Bolivia busca retomar la “nueva normalidad” en la etapa de posconfinamiento

Bolivia  vivió seis meses de una etapa de cuarentena. Luego de que el Gobierno declarara emergencia sanitaria, muchos sectores debieron paralizar sus actividades. Todos los eventos que aglutinan a un gran número de personas debieron parar: partidos de fútbol, conciertos, cines, restaurantes, entre muchos otros, se vieron obligados a cerrar sus puertas al público.

Solo fue desde este mes de septiembre que el Gobierno informó que ya no se mantendría una cuarentena estricta como la que se vivía hasta el momento. Al igual que otros países, una bajada en la curva de contagios permitió al Gobierno flexibilizar las restricciones en lo que denominó una etapa de “posconfinamiento”. Esto implica que muchos de los sectores que fueron severamente afectados por la cuarentena finalmente podrían volver a funcionar.

En este sentido, se modificaron los horarios de circulación, permitiendo a la población movilizarse desde las 5:00 hasta las 20:00 horas, y los sábados y domingos de 5:00 a 16:00 horas. Al mismo tiempo, se mantenía la prohibición en eventos masivos. Sin embargo, tanto el horario como las restricciones específicas podían ser adecuadas por los gobiernos municipales en función a su situación particular respecto al virus.

En esta etapa de transición hacia la llamada “nueva normalidad” el eje troncal del país: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz han ido permitiendo, cada uno a su ritmo, el regreso de distintas actividades hasta el momento prohibidas.

Santa Cruz fue uno de los primeros en flexibilizar las restricciones. Actualmente ya permite el funcionamiento de gimnasios, cines, restaurantes y eventos masivos que cuenten con una autorización.

En La Paz ya puede verse una situación similar, siendo el segundo en permitir la reapertura de cines. También se permiten ahora las actividades culturales, cafés internet, restaurantes, parques, etc. Cada uno con un horario particular.

Cochabamba, por su lado, ha permitido ya la reapertura de gimnasios, restaurantes y hoteles; aunque los cines todavía no reabrieron en la Llajta.

Es necesario remarcar que cada sector debe cumplir una serie de medidas de bioseguridad para atender a la población. Esto implica, en gran media, el uso de barbijo, gel desinfectante y la restricción a la cantidad de personas, permitiendo a algunos negocios funcionar solo al 50 o 30 por ciento de su capacidad total.

Por otra parte, el Gobierno central también advirtió de un posible rebrote del virus si la población no cumple con las medidas de bioseguridad mínimas. Ya que si bien el número de contagios ha disminuido, la situación todavía está lejos de ser la ideal. La población boliviana deberá aprender a convivir de forma responsable para disminuir el peligro del virus, al mismo tiempo que busca esa “nueva normalidad” que le permita encontrar algo de alivió económico.