Por: Sofía Brañez • Bolivia.com

Aplicación móvil taxis acumula siete denuncias por acoso y abuso sexual a mujeres

Las investigaciones por parte de la Fiscalía siguen su curso, las víctimas reciben apoyo legal y psicológico por los sucesos vividos y mientras tanto no existen regulaciones efectivas para este tipo de servicios.

Imagen de referencias víctima,. Foto: Youtube
Imagen de referencias víctima,. Foto: Youtube

Las investigaciones por parte de la Fiscalía siguen su curso, las víctimas reciben apoyo legal y psicológico por los sucesos vividos y mientras tanto no existen regulaciones efectivas para este tipo de servicios.

InDriver, la aplicación de servicio de taxis ha sido cuestionada y fuertemente criticada en loss últimos días, ya que comenzó una serie de denuncias de mujeres que fueron víctimas de los conductores que trabajan para dicha empresa.

En los últimos días, ya son siete los casos de mujeres que denunciaron de manera pública y ante las autoridades correspondientes, como la Policía y la Fiscalía, haber sido víctimas de ultrajes físicos, psicológicos e incluso de haber sido puesta en riesgo la vida de las mismas. Esto, denunciando a los conductores de los automóviles de InDriver como los culpables.

Al tratarse de conductores de una alicación, hasta ahora ha sido difícil identificarlos y gozan de impunidad, sin embargo, la Fiscalía asegura que las mujeress que testificaron en contra de los maltratos y acoso de los choferes de esta aplicación, asumirá el reto de abrir investigaciones que puedan dar con los incriminados y que así se puedan esclarecer los hechos para la aplicación de las sanciones corresponcientes y así mismo brindar protección a ls víctimas.

Los datos que se recabaron del proceso de admisión para trabajar con la aplicaci[on son: el pago de un monto de 30 Bs. para ser parte, la tarifa y el vehículo que se usará para el transporte de las y los clientes. Con estos requisitos y un documento que demuestre la capacidad para conducir de los delincuentes que operan en la empresa, se demuestra la carencia de regulaciones para la atención de esta plataforma.

En Santa Cruz, la Red Ciudadana, dirigida por la abogada Jessica Echeverría, asumió defensa de las jóvenes, que presentan traumas y reciben apoyo permanente de sus familiares, mientras esperan acciones claras de la Fiscalía.

Una ciudadana brasileña es una de las siete víctimas que tomó el servicio de transporte y cuenta ella que de repente, sintió un aire que provenía del interior del vehículo que la dejó mareada, casi inconsciente. Lo que ella declara recordar, es cómo el chofer empezó a reír y fue el momento cuando golpeó el vidrio de la ventana, logró salir del auto y pidió ayuda. Una vez a salvo, denunció el hecho a través de redes sociales y ante las autoridades.

El caso de la joven brasilera llegó hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y fue atendido por la fiscal Fransua Barrón. Ahora la defensa pidió microaspirado al vehículo que fue precintado, una pericia que tardará diez días, esto para evidenciar si el auto tiene rastros de sustancias controladas, lo que molestó a la defensa del servicio por aplicaciones.

Otra de las víctimas que denunciaron al servicio de transporte declaró que el chofer que la estuvo trasladando por la ciudad le habría propuesto que le venda su prenda íntima y le ofreció desde Bs 100 a 1.000. a lo que la joven pidió bajar del auto inmediatamente.

El 21 de febrero, cerca de la zona de Villa Primero de Mayo, una joven deunció un abuso sexual por parte de un conductor de la empresa y las investigaciones al respecto siguen desarrollando investigaciones.

Los Lotes es una de las zonas donde se registró el caso de una estudiante de medicina que tomó el servicio por la aplicación y el chofer hizo una propuesta indecente de pagar 700 Bs. a cambio de sexo. La estudiante se negó rotundamente y en este caso el chofer le robó su teléfono y le ordenó que se baje del vehículo.

Hasta ahora, tres víctimas de las siete que denunciaron a los choferes reconocieron al mismo chofer.

Estos hechos no terminaron en el acoso o la acción del delito mismo, sino que los choferes amenazaron a sus víctimas para que ellas callen y no denuncien lo ocurrido.