La denuncia de Evo Morales: 'El ejecutivo quiere matarme o encarcelarme'
La tensión política aumenta en Bolivia tras las graves acusaciones de Morales contra el presidente Luis Arce, en medio de una marcha masiva.
La tensión política aumenta en Bolivia tras las graves acusaciones de Morales contra el presidente Luis Arce, en medio de una marcha masiva.
La tensión en Bolivia se intensifica en medio del conflicto entre Evo Morales y el presidente Luis Arce. Morales ha denunciado un plan del gobierno para evitar su candidatura en las próximas elecciones, afirmando que podrían intentar encarcelarlo o incluso matarlo.
“Si al Evo no le meten a la cárcel, lo inhabilitan con procesos, por narcotráfico, (...) si no matarme”. Declaró el exmandatario en una entrevista con EFE.
Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS) desde hace 27 años, encabeza una marcha de 187 kilómetros que busca llegar a La Paz, en lo que él llama la “Marcha para salvar a Bolivia”. Sin embargo, el gobierno la ha catalogado como la “Marcha de la muerte” y acusa a Morales de intentar un golpe de Estado. Morales relató que recibió chalecos antibalas de la policía y militares, sugiriendo que el gobierno planea atentar contra su vida cuando ingrese a la capital.
El exmandatario sostiene que el actual gobierno tiene una mentalidad racista y busca eliminar al MAS porque considera que su regreso al poder llevaría a la cárcel a muchos corruptos de la administración actual.
Arce, quien asumió la presidencia tras lo que Morales y sus seguidores consideran un golpe de Estado en 2019, ha sido criticado por su gestión económica, la cual Morales atribuye a una supuesta entrega al imperio estadounidense.
La lucha por el control del MAS ha dividido al partido en facciones leales a Morales y Arce, complicando el consenso sobre una candidatura presidencial para las elecciones de 2025. Morales ha amenazado con una huelga de hambre si no se reconoce su candidatura y con bloquear carreteras a nivel nacional como medida de presión.
La situación actual está generando un ambiente de incertidumbre política en Bolivia, con la posibilidad de desestabilización debido a las rivalidades internas y la crisis económica que enfrenta el país. A medida que se acercan las postulaciones a presidencia, la tensión crece en la izquierda del país.