Oruro, la región boliviana que hace semanas logró contener el coronavirus
Oruro se ha convertido en un modelo de contención ante la pandemia que azota al país y al mundo.
Oruro se ha convertido en un modelo de contención ante la pandemia que azota al país y al mundo.
La región andina de Oruro se ha convertido en un modelo de contención del coronavirus en Bolivia, al lograr que desde hace dos semanas y media no aumenten de ocho los casos confirmados.
El 10 de marzo pasado, Oruro reportó uno de los dos primeros casos de COVID-19 en el país, que dio paso a una cadena de contagios que llegaron a ocho nueve días después.
Los solo siete espacios para terapia intensiva en hospitales en una región que tiene más de medio millón de habitantes y las deficiencias genéricas en el sistema de salud nacional hicieron pensar en que se venía lo peor, si no se actuaba de inmediato.
La clave del control del virus
La clave del éxito fue que "hemos tomado en cuenta a sus dirigentes de cada sector y entonces ellos también nos han ayudado a socializar y contener a la gente", explicó a Efe el gobernador orureño, Zenón Pizarro.
Las medidas inicialmente fueron municipales y luego departamentales, pero Pizarro destaca que la población se ha comportado con "disciplina" y con "unidad" en Oruro, región conocida por tener uno de los carnavales más vistosos y concurridos de Suramérica.
El trabajo de consenso previo se hizo con sectores de transportistas, comerciantes y organizaciones barriales, expresó el alcalde de la ciudad, Saúl Aguilar, según un reporte del diario orureño La Patria.
A juicio de Aguilar, aislar a Oruro para evitar la escalada de contagios fue "una decisión rápida y oportuna y arriesgada", ya que le valió amenazas de juicios.
Los reportes diarios de prensa y los videos en redes sociales han plasmado durante este tiempo la disciplina orureña, con su población en casa y sus calles vacías, las tareas de desinfección con cloro y agua en las vías públicas y el cumplimiento de los horarios de abastecimiento.
Los efectos de la cuarentena
Este lunes Oruro cumple veintidós días de aislamiento, algo que comienza a cobrar factura a la economía de su población, gran parte de ella dedicada al comercio que llega desde Chile, los negocios locales y el transporte público o el pesado.
El gobernador aseguró que "ya se siente" el perjuicio en la parte económica y en el abastecimiento de productos, especialmente en las personas "que viven del día", como pequeños comercios callejeros en los que se ofrecen golosinas, refrescos o comida.
Pizarro es consciente de que esta situación no concluirá el próximo 15 de abril, día en que en principio debe fenecer la cuarentena, sino que se extenderá por más tiempo, incluso un año, "hasta que salga la cura a la enfermedad".
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