Panes para recordar a las almas de los fallecidos por la covid-19 en Bolivia
Bolivia se prepara para recordar a sus almas fallecidas por covid-19 con panes y "t'anta wawas".
Bolivia se prepara para recordar a sus almas fallecidas por covid-19 con panes y "t'anta wawas".
Las almas de los fallecidos por la covid-19 en Bolivia, sobre todo médicos y enfermeras, serán recordadas el próximo Día de los Difuntos con "t'anta wawas", los panes antropomórficos típicos de esta festividad que en esta ocasión llevan barbijos o mascarillas quirúrgicas.
Las populosas zonas El Rosario y Gran Poder en La Paz, donde abunda el comercio callejero, se llenaron como todos los años de espacios para la venta de panes, dulces y otros elementos para los altares o mesas que se arman en los hogares bolivianos en estas fechas.
Entre estos, no faltan las pequeñas máscaras de yeso que se colocan en la masa para hornear las "t'anta wawas" o panes de niños en aimara, una parte central de esta tradición, sobre todo en la zonas andinas, por el Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, que se celebran el 1 y 2 de noviembre en Bolivia.
Máscaras con rostros pintados de hombres, mujeres y niños para representar a los difuntos, y otras de caballos, perros, danzas folclóricas, superhéroes o personajes de programas de televisión o películas, en alusión a los gustos de los fallecidos, se venden desde hace unos días en estos mercadillos callejeros.
La novedad este año son las máscaras de médicos y enfermeras con barbijos, "porque ha habido esta pandemia", comentó a Efe Gaby Acero, una experimentada vendedora que ofrece sus productos en las puertas del templo Jesús del Gran Poder, en la zona homónima.
Un poco más arriba, en la plaza Santa Cruz está Modesta Viscarra, que vende desde hace 30 años en el lugar y explicó a Efe que la tradición de las "t'anta wawas" es para representar a los difuntos y sus gustos.
Por ejemplo, si la fallecida era una cholita, la "t'anta wawa" lleva una máscara de una mujer con las dos largas trenzas y el sombrero bombín característicos de estas emblemáticas aimaras paceñas.
"Si le gustaba bailar morenada, le ponemos los morenos. Si le gustaban los perritos, le ponemos el perrito", y así según los gustos del difunto.
Las que más se han vendido hasta el momento son las de médicos y enfermeras, porque son uno de los sectores donde más fallecidos ha habido a causa de la covid-19, indicó Viscarra.
Esta vendedora ofrece también unas máscaras que representan al mismísimo virus causante de la pandemia y otras del planeta Tierra también con barbijo, porque "todo el mundo está con el covid".
Pandemia y tradición
Bolivia acumula 8.672 fallecidos y 141.124 contagios del causante de la covid-19, el coronavirus SARS-CoV-2, desde que se confirmaron en marzo pasado los primeros casos de la enfermedad, aunque más del 70 % son personas que la han superado.
Aunque los niveles de contagio están lejos de los casi 2.000 contagios que se reportaban entre julio y agosto en muchas jornadas, las autoridades bolivianas han insistido en mantener las medidas de bioseguridad en la fase de "postconfinamiento" que comenzó en septiembre, para evitar un rebrote de la enfermedad.
El intento por vivir la "nueva normalidad" no borra las memorias de quienes perdieron a algún ser querido por la enfermedad, o el horror vivido en los meses de contagios altos.
"Lo que ha pasado ha sido terrible, porque se han ido familias íntegras, se fue el esposo, la esposa, los hijos. Ha sido bien lamentable lo que hemos pasado con la pandemia", dijo a Efe Elizabeh Durán, una repostera y vendedora de panes tradicionales de Todos Santos.
Con 42 años de trabajo y recetas heredadas de su abuela, Durán participa en la Feria del Pan instalada en la Plaza Mayor de San Francisco, una de las principales en la urbe paceña.
Además de las "t'anta wawas", allí se venden otros panes típicos de la festividad con forma de caballos para transportar a las almas, o escaleras para facilitar su viaje, según la tradición, además de bizcochos y los tradicionales suspiros, una especie de galletas de merengue.
En la feria se instaló un altar en memoria de los fallecidos, con "t'anta wawas" con barbijos, un ataúd de pan e incluso representaciones del nuevo coronavirus hechas de arroz dulce.
"Es algo que a nivel mundial no pensábamos que nos iba a suceder, pero sucedió", lamentó Durán, quien agregó que este año se recibirá a las almas con estos panes especiales y rezos "para que ya no haya esta enfermedad".