Por: Micaela Sanjines Ordóñez • Bolivia.com

La renuncia de Evo Morales: ¿Qué pasó antes y después de que el líder del MAS dejara la presidencia?

Tras varias denuncias por un supuesto fraude electoral, la Policía, las FFAA, la oposición y la COB pidieron a Evo Morales renunciar a la presidencia

Mientras estaba en la localidad de Lauca Ñ, Evo Morales anunció su renuncia. Foto: BTV
Mientras estaba en la localidad de Lauca Ñ, Evo Morales anunció su renuncia. Foto: BTV

Tras varias denuncias por un supuesto fraude electoral, la Policía, las FFAA, la oposición y la COB pidieron a Evo Morales renunciar a la presidencia

Luego de que las elecciones del 20 de octubre de 2019 sean cuestionadas por un presunto fraude electoral que fue denunciado cuando se realizaba el computo de actas, los conflictos sociales en Bolivia llegaron a su punto álgido. El expresidente Carlos Mesa aseguró que el Tribunal Electoral obedecía a intereses de Evo Morales.

Opositores, la población y los organismos internacionales que observaron el computo mostraron su preocupación luego de que, tras una parálisis del conteo, el candidato, Evo Morales, tuviera un gran aumento de votos.

Ya el 6 de noviembre la oposición denunció un fraude e irregularidades en los actos electorales, por lo que las protestas que habían iniciado el 20 de octubre se incrementaron en todo el país centrándose especialmente en la Sede de Gobierno.

El 8 de noviembre, la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) decidió no continuar en sus puestos debido al cansancio de combatir contra los manifestantes opositores.

Este mismo día se reportaron amotinamientos de la Policía de Cochabamba, Sucre, La Paz, Santa Cruz y Oruro. Para el 10 de noviembre la OEA aseguró que, si habían existido irregularidades en el proceso electoral, pues afirmaron que se podían haber manipulado los resultados.

Diversas autoridades presentaron sus renuncias en medio de una ola de violencia. Ese mismo día Evo Morales, como último recurso, anunciaba que había decidido renovar la totalidad de vocales del TSE y convocar a nuevas elecciones.

Sin embargo, la COB pidió a Evo Morales presentar su renuncia. De igual manera el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Williams Kaliman, sugirió a Morales renunciar a su mandato. 

La UTOP también se sumaba al pedido de renuncia de Evo Morales junto con los opositores y la población que había salido en manifestación. La Policía y los Militares le habían dado la espalda al mandatario.

Mientras estaba en la localidad de Lauca Ñ, Evo Morales emitió un mensaje a través de la televisión en la que anunciaba su renuncia. Junto con él, renunció también Álvaro García Linera y Adriana Salvatierra.

Luego de la renuncia

Tras la renuncia de Morales, Jeanine Añez, quien en ese momento era la más alta autoridad, decidió tomar el mando del país de manera temporal hasta que se efectuaran otras elecciones presidenciales. Para el 11 de noviembre, Evo ya había salido del país con dirección a México, donde permanecería en calidad de asilado político.

Tras el ascenso de Jeanine Añez, como presidente del Estado Plurinacional, las protestas de adeptos a Morales incrementaron y se tornaron violentas. Existieron diversas movilizaciones, pero dos fueron las que marcaron esta etapa en la historia de Bolivia.

Sacaba

El 15 de noviembre, cocaleros afines a Morales intentaron ingresar a la ciudad de Cochabamba. La manifestación fue frenada por la Policía pues se encontraron armas de fuego, explosivos, grandes cantidades de dinero, todo esto en posesión de los grupos que protestaban.

Los enfrentamientos continuaron y dejaron un saldo de seis muertos y 115 heridos. Según Murillo la mayoría de las muertes fueron provocadas por los mismos manifestantes, el ministro aseguró que las balas que impactaron contra los cocaleros no provenían de las armas reglamentarias de la Policía o las FFAA.

Senkata

El 19 de noviembre los manifestantes de la ciudad de El Alto provocaron el desplome de una pasarela peatonal debido al uso de dinamitas. Diversos medios de comunicación habían reportado que los manifestantes trataban de ingresar a la planta de YPFB, con la supuesta intención de provocar un estallido, pues los adeptos al MAS usaban bombas molotov y dinamitas.

De esta manera el Gobierno decidió intervenir y 11 personas perdieron la vida, además se reportaron 78 fallecidos. La CIDH calificó estos hechos como “masacres”, sin embargo, Jeanine Añez, cuestionó la imparcialidad de la comisión y aseguró que las violaciones a los derechos humanos cometidas antes de su ascenso como presidenta no habían sido tomadas en cuenta.