"Lo que estamos buscando como Ministerio de Trabajo es erradicar progresivamente el trabajo infantil, ya que en el país al menos 850 mil niños trabajan en Bolivia y que 550.000 están por debajo de los 14 años", precisó a los periodistas.
Callisaya dijo que esta cifra es alarmante, ya que las actividades laborales de esos niños tiene que ver con la minería, la zafra de la castaña y caña de azúcar, ladrilleras, yesería, recolección de desechos y expendio de bebidas alcohólicas, actividades consideradas como peligrosas.
En ese sentido, informó que el Ministerio de Trabajo junto a la Unidad de Derechos Fundamentales elabora una política pública a favor de ese sector.
"Esta política pública se la está trabajando, y la misma consistirá en que nos de el paraguas y podamos bajar nuestras políticas municipales, departamentales, planes, proyectos y estrategias de acción hacia este sector", explicó.
Asimismo, recordó que en la ciudad de Potosí las "chifas" contratan a adolescentes y niños para trabajar más de 15 horas diarias.
"Comienzan desde que preparan el almuerzo hasta altas horas de la madrugada, duermen ahí mismo porque les habilitan un cuarto y les pagan de 700 a 800 bolivianos", indicó.
En esa línea, informó que los inspectores de Trabajo lograron ejecutar sentencias a ese tipo de empleadores, con el objetivo de exigir el cumplimiento de los derechos laborales en coordinación con las Defensorías de la Niñez. ABI