Franco de la Cuenca, el Inca del Gran Poder pidió perdón a Oruro por sus palabras

Uno de los Incas del Gran Poder, Franco de la Cuenca, pidió perdón a Oruro por sus acciones con la vestimenta típica del tradicional Carnaval de Oruro. El modelo brindó una conferencia de prensa tras la polémica que se generó en redes sociales. 

Los próximos días 18 y 19 de febrero iniciarán las actividades del Carnaval de Oruro y Franco de la Cuenca, quiere ser uno de los Reyes Incas, incluso después de haber asegurado que no tenía ánimos de participar por la controversia que se generó. 

“Tengo entendido que el carnaval de Oruro es una fiesta devocional inclinada netamente a la peregrinación hacia la Virgen del Socavón. Compromiso que estamos dispuestos a cumplir con Alejandro y mi persona. Estamos dispuestos a cumplir. No pretendemos ni antes ni ahora distorsionar las vestimentas ni cambiarlas”, precisó De la Cuencia en conversación con los medios nacionales. 

Por su parte, el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Oruro (ACFO), Jacinto Quispaya, aseguró que solo pidieron respeto a la indumentaria y a la Virgen del Socavón. El directivo aseguró que se mantiene la postura de no discriminar a nadie. 

“No se está discriminando a nadie. Solamente se está diciendo que si quieren participar que participen con todas las necesidades que tiene de participar cualquier danzarín en el Carnaval, más que todo el respeto a la Virgen. La Virgen merece respeto y el Carnaval también”, dijo Quispaya, en una declaración que recoge Página Siete. 

Ahora bien, De La Cuenca pidió perdón por sus acciones y solicitó a las fraternidades culturales del Carnaval de Oruro que los dejen participar del evento y que lo harán con mucho gusto y respeto. 

“Pedimos a las instituciones nos permitan llegar este año a los pies de la Virgen; por eso necesitamos que nos inviten. Estamos dispuestos a esperar hasta el año siguiente; pero, por favor, queremos entrar este año”, reiteró.

Sin embargo, los directivos de las asociaciones aseguraron que en ningún momento se les prohibió la participación, solo se les pidió respeto sobre cómo portaban la vestimenta típica y a la celebración en sí.