Por: Redacción Fútbol • Bolivia.com

Fútbol boliviano en crisis: ¿por qué los futbolistas se niegan a jugar en Bolivia?

Conozca los motivos por los que el fútbol boliviano atraviesa una crisis en la que los jugadores se han negado a jugar los primeros encuentros del Torneo Apertura.

Imagen del encuentro Aurora vs Royal, uno de los partidos de la primera fecha. Foto: Facebook @ClubRoyalPari
Imagen del encuentro Aurora vs Royal, uno de los partidos de la primera fecha. Foto: Facebook @ClubRoyalPari

Conozca los motivos por los que el fútbol boliviano atraviesa una crisis en la que los jugadores se han negado a jugar los primeros encuentros del Torneo Apertura.

El pasado 9 de marzo debía retornar el fútbol boliviano con la primera fecha del Torneo Apertura, pero solo se jugó uno de los tres encuentros que se tenían previstos, donde ambos equipos se presentaron con jugadores juveniles. De los otros cuatro partidos que completaban la fecha solo se jugaron dos.

El motivo es que los jugadores de la mayoría de los clubes se mantuvieron en huelga durante la primera jornada del torneo.

Un conflicto entre Futbolistas Agremiados de Bolivia (FABOL) y la Federación Boliviana de Fútbol fue lo que provoco un extrañísimo comienzo de torneo, donde jugadores de ambos clubes, directores técnicos, árbitros e incluso la hinchada, se hizo presente en el estadio; para partidos que al final no se jugaban.

Las demandas de FABOL eran tres: anulación del contrato único, conciliar con los jugadores las deudas por sueldos de la gestión pasada y la anulación del Tribunal de Resolución y Disputas.

Esta última era la demanda más importante para los jugadores y para FABOL como ente que los aglutina.

La principal queja radicaba en la conformación de este Tribunal, ya que no tendría a un representante de los jugadores que pueda equilibrar los intereses de los clubes y de la propia Federación.

Y aunque en un principio tanto FABOL como la Federación parecían decididos en su postura, la situación crítica obligó a las partes a volver a la mesa de diálogo.

El pasado viernes, a un día de que se jugasen los primeros partidos de la segunda fecha, se reunieron la Federación Boliviana de Fútbol, los dirigentes de los clubes y los capitanes de equipo para dar una solución al conflicto.

La determinación asumida fue la de dejar en suspenso la conformación del Tribunal Superior de Disputas hasta el próximo Congreso Ordinario.

Esto permitió que los encuentros de la segunda fecha se vuelvan a jugar con normalidad. Sin embargo, no todos los puntos han sido subsanados  y la fuerte crisis económica por la que atraviesan algunos clubes todavía es un problema latente.

Las deudas por sueldos a los jugadores eran un tema ya de por sí un tema recurrente en el fútbol boliviano, las dificultades para percibir ingresos a causa de la pandemia no han hecho más que agravarlo.

De momento, el torneo podrá permitirse cierta regularidad que dará un respiro a los clubes. Pero los temas de fondo todavía no han sido solucionados y se mantendrán como una constante posibilidad de explotar nuevamente en una crisis del fútbol nacional.