Los celos son la mayor causa de maltrato

Sociedad - Lunes, 11 / Ago / 2003
 
(Santa Cruz - El Nuevo Día)
Bolivia.com
En julio, de 61 denuncias de maltrato 35 fueron por celos. Hay celos normales y controladores que demuestran una falta de confianza en la persona amada y en uno mismo. Los profesionales dan consejos para superar este problema.

Hay celos que matan. Muchas son las personas que han vivido experiencias desagradables producto de los celos. Recientemente en Cotoca un joven decidió victimar a su esposa para luego suicidarse cegado por los celos. Aunque esta historia pueda parecer escalofriante, refleja la paradoja de los celos; si bien provienen de lo más profundo de las emociones, pueden tener consecuencias funestas y destruir la más sólida de las relaciones.

Para la psicóloga Silvia Eliana Rubin de Celis, este caso es una muestra de los celos enfermizos, es decir de aquellos que escapan de normal para convertirse en una patología producida por trastornos emocionales.

En Santa Cruz, la mayor parte de las agresiones físicas y psicológicas son producidas por los celos. Las estadísticas de la Brigada de Protección a la Familia muestran que en el primer semestre de esta gestión se han registrado un total 3.313 casos de agresiones físicas y psicológicas, de las cuales la mayoría ha sido producida por los celos. Sólo en el mes de julio, del total de 61 denuncias atendidas, 35 tienen como factor a los celos, seguida por estado de ebriedad (12), infidelidad (8), problema económico (4) y otros (2).

Según la psicóloga Silvia Eliana Rubin de Celis, cuando se ama es normal sentir celos, es más todas las personas lo sienten, en mayor o menor grado. “Así como sentimos amor, odio, rabia, también sentimos celos, pues éstos, como cualquier otro sentimiento, provienen de las emociones”, remarcó.

Sin embargo, la manifestación de los mismos varía de una persona a otra, pues está ligada al tipo de personalidad que cada individuo presenta. Las personas más expresivas suelen exteriorizar en mayor medida sus celos que aquellas que presentan una personalidad introvertida, generalmente las últimas prefieren callar y no decir nada, pero esto no significa que las últimas no sientan celos, sino que no los manifiestan.

Según la profesional, los celos se dan con mayor proporción en aquellas personas que provienen de familias cuyos padres han sido demasiado estrictos y rígidos, y también en aquellos con padres sobreprotectores. Las personas que crecen en estos senos familiares son inseguras y es por esa razón que son más celosas que otras.

Para otros profesionales, los celos son maneras de control que se ponen de manifiesto ante el miedo a perder una “posesión” y suelen darse en personas dependientes, con una frágil autoestima que se sienten terriblemente vacías ante la posibilidad de perder su pareja. Sin embargo, advierten que al contrario de lo que esperan, su constante control y desconfianza producen otro efecto. La persona víctima de los celos del otro, se siente cada vez más agobiada y necesita huir de tal aprieto.

Los celos casi siempre acaban produciendo el efecto contrario del deseado: el receptor de los celos no aguanta más una fidelidad nunca creíble por más justificaciones que lleve a cabo y el celoso se siente atormentado por su fijación de ideas y desesperado cuando por fin la consecuencia previsible es la ruptura de la relación tan protegida.

Los celos, según expertos, se consideran una conducta patológica cuando sobrepasan los límites de lo normal, que se da, generalmente, cuando la persona tiene la idea fija en la traición, esta idea está tan asentada en su interior que al verse hundida reacciona con conductas extremadamente radicales. “¡Si no va a ser mío, no va a ser de nadie!”, suelen ser frases empleadas por personas que están comenzando a padecer de celos enfermizos.

Este tipo de celos tan arraigados y profundos, necesitan una buena terapia para poder descubrirlos y vencerlos.

Estadísticas

Casos • En el primer semestre de la presente gestión se atendieron 3.313 denuncias, de las cuales 1.763 son por agresiones físicas y el resto por maltratos psicológicos.

Mes • En el pasado mes de julio, por ejemplo, se registraron 61 denuncias, de las cuales 35 fueron por celos, 12 por estado de ebriedad, ocho por infidelidad, cuatro por aspecto económico y dos por otras causas.

Sitios • Las agresiones se producen por lo general en el domicilio, seguida de las vías públicas.

Causas • Las causas más comunes de las agresiones son por celos, seguido por el estado de ebriedad, infidelidad, aspecto económico y otros.

Fuente • Brigada de Protección a la Familia.

Sepa cuándo los celos son considerados enfermizos

ENFERMEDAD • Las personas que espían a su pareja y revisan sus prendas íntimas padecen de celos patológicos. También aquellos que se creen dueños de sus parejas. Deben buscar ayuda.

Si bien los celos son normales y naturales en la conducta humana, existe un lado oscuro en estas pasiones: los celos patológicos. Corresponden a personalidades limítrofes y pueden tener trágicas consecuencias, tanto en quien los padece, como en el objeto de la obsesión.

Una persona patológicamente celosa cree que es dueña de los sentimientos de su pareja, rompiendo el equilibrio que supone la unión de dos personas iguales. Ahí comienzan los celos que, paulatinamente, van socavando la personalidad y bienestar de ambos.

El celoso enfermizo comienza por exigir en el plano sexual, para luego derivar a exigencias de ideas y espiritualidad, para más tarde requerir lo económico, parasitando en la vida del otro, tomando para sí la vida ajena.

Otra peligrosa forma de “psicosis paranoide”, lo constituyen los celos sexuales delirantes. Los celos tienen una compleja sicopatología y los celos patológicos se presentan en diversas situaciones, incluyendo la paranoia conyugal, limitada al delirio de celos que involucra a la pareja. La angustia a la que se ve sometida una persona celosa deriva rápidamente en ira. La persona acusa, espía o sigue insistentemente a su pareja, con el fin de demostrar la infidelidad, llegando a registrar su ropa en busca de evidencia o a malinterpretar acciones que justifiquen su sospecha. La agresión física se transforma, en estos casos, en un peligro real.

Como resultado de la relación entre dos personas con este trastorno se genera la sicosis de inducción, resultante de compartir y aceptar como reales los delirios de una de las personas involucradas, transformando la relación en una fuente inagotable de recursos que justifiquen los celos. Otras veces, los celos enfermizos se dan en personas con alteraciones en la tiroides. Esto puede traer consigo dolores musculares, genitales y cardíacos. Pero lo más importante son las alteraciones mentales, entendidas como obsesiones, manías y neurosis.

¿Cómo hacerle frente?

Pensarlo dos veces antes de actuar • Cuando se actúa sin saber lo que se hace, conviene pararse a pensar en las repercusiones que tendrán los actos, en uno mismo, en la pareja y en la relación. Lo idóneo es poseer cierto nivel de autocontrol y pensar las cosas antes de hacerlas o decirlas. De lo contrario se pueden producir consecuencias no deseadas.

Ser independiente • Es necesario conseguir ser y sentirse independiente y autónomo. También, confiar en uno mismo y valorarse. Una relación no implica tener que compartir las 24 horas del día con la pareja.

Aprender a confiar • La relación de pareja ha de basarse en la confianza mutua y no en la creencia de que la otra persona es una propiedad del otro.

Buscar ayuda profesional • Si todos los intentos para eliminar los celos de la pareja no dan el fruto esperado, la terapia de pareja puede ser una buena opción antes de que por celos se llegue a consecuencias extremas.
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