La vida privada de ocho candidatos a las elecciones 2005

Domingo, 28 / Ago / 2005
 
(La Razón)

Bolivia.com
Conozca en esta edición una parte de las historias personales de los seis principales candidatos a la Presidencia y de dos vicepresidenciables. Un breve resumen de las anécdotas, los amores y las culpas de esos hombres.

Gisela Alcócer,
periodista

Escudriñando en la vida íntima de los candidatos se ve que a pesar de que política e ideológicamente unos son la antítesis de otros, como seres humanos tienen gustos similares y pasiones igual de fuertes, aunque desatadas por causas distintas.
De niños circularon por las mismas calles de este país, se divirtieron con los mismos juegos e incluso compartieron las mismas aulas y pasillos de un colegio, como ocurrió con Jorge Quiroga y Álvaro García Linera en el San Agustín de Cochabamba.

La mayor similitud que los une es que aseguran que quieren hacer algo por el país y la mayor contradicción que los distancia son los métodos e instrumentos que utilizarán para llegar a ese objetivo. Sus ideales los diferencian tanto como el peso con el que llegaron al mundo: los 4.500 gramos de Hormando Vaca Díez o los 2.500 de Carlos Dabdoub.

También, las condiciones en las que desarrollaron cualidades, algunos estudiando en el extranjero y otros trabajando para sobrevivir mientras estudiaban.

Jorge Quiroga estudió en varios sitios y representó a Santa Cruz

A las 11.00 del 5 de mayo de 1960 las enfermeras de la clínica Morales de la ciudad de Cochabamba recibieron a un niño de 3.800 gramos: Jorge Quiroga Ramírez, el primer presidente de Bolivia en el nuevo milenio.
Fue el segundo de cinco hermanos. En su infancia fue un niño muy delicado que se resfriaba constantemente y que a los cinco años perdió las amígdalas. Vivió en varias zonas de su ciudad y de la misma manera estuvo en varios colegios como el Mariknoll, Loyola y San Agustín. En la tibia Cochabamba su vida transcurrió entre las páginas de los libros de Julio Verne y los tableros de ajedrez. Nunca tuvo una mascota, porque sus padres no se lo permitieron.

En su adolescencia, como su padre era ingeniero de una empresa petrolera, toda su familia cambió de residencia y se fue a vivir a Santa Cruz. Entró al colegio La Salle y allí descubrió su agilidad en los deportes. Su madre, Sonia Ramírez, lo recuerda como un gran basquetbolista que defendió la casaca verde y blanca en un campeonato nacional en la ciudad de Tarija. Escalar también fue su pasión.

Según su progenitora, Tuto siempre le prestó mucha atención a las niñas, se acercaba a ellas con mucha facilidad e incluso intentaba conquistar a las amigas de su hermana mayor. Pese a ello, en su juventud nunca tuvo una novia oficial a la que llevara a su casa con ese rango.

Virginia Gillum es su esposa y la madre de sus cuatro hijos, Vanesa, Cristina, Adriana y Cristian. “La conoció cuando vivía en Estados Unidos en el matrimonio de su amigo con la hermana de ella”, dijo su madre. Su matrimonio se realizó en Houston y luego volvió a Bolivia.

Los golpes más duros que recibió en la vida fueron la muerte de su mejor amigo y de su hermano. Cuando él estudiaba en Estados Unidos ocurrió el primer deceso, Luis Eduardo de la Reza perdió la vida en una avioneta, durante un viaje al Beni.

El segundo golpe ocurrió en su primer interinato como Presidente, cuando su hermano Mauricio Quiroga falleció junto a su esposa y una de sus hijas en un accidente en la carretera que une a La Paz y Cochabamba en la zona de Senkata, pero ni siquiera en esos momentos Jorge Quiroga dejó de controlar sus emociones.

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Profesión • Es ingeniero Industrial del College Station de la Universidad A&M, Texas y es Master en Administración. Fue Presidente el 2001.

Morales, el pastor, trompetista y cocalero que entró en política

El niño que corría en Caracollo detrás de las flotas para recoger las cáscaras de naranja que los pasajeros le echaban desde las ventanas, se ha convertido en uno de los líderes políticos más poderosos en el país y con grandes posibilidades de ubicarse en los primeros lugares en los comicios de diciembre.
Evo Morales nació el 26 de octubre de 1959 en el pueblo de Eucaliptus del departamento de Oruro y el recuerdo más fuerte que tiene de su infancia es precisamente el olor de la infusión de cáscara de naranja, que preparaba su mamá para el desayuno, con todo lo que él recogía en la carretera que une a La Paz y Cochabamba.

Orgulloso recuerda esa época, en la que llegaba hasta Caracollo pasteando a las llamas y ovejas que sus padres poseían. También habla de los deportes que practicaba en esos años ya que asegura haber sido un futbolista con muchas aptitudes, pero sin duda el recuerdo de su infancia que más lo llena de cariño son los viajes que realizaba a la ciudad de Oruro, sólo una vez por año con su padre y sus hermanos, para comprar zapatos y pantalones para la próxima gestión.

Su adolescencia estuvo marcada por su fascinación por la música, ya que era trompetista de una banda musical que incluso llegó a grabar varios discos con la empresa Lauro.

Según explica, fue especialista en entonar las más conocidas morenadas y caporales de la época e incluso recuerda cómo se emocionaba al interpretar El Cumbianchero.

De su juventud también recuerda los malos momentos que pasó en el Gran Cuartel de Miraflores, bajo las órdenes de los militares que, como conscripto, lo llevaron a reprimir un bloqueo y marchas de protesta de los cocaleros de los Yungas.

Por la extrema pobreza en la que vivía en Oruro tuvo que migrar junto a toda su familia al Chapare, donde por sus habilidades futbolísticas se convirtió en secretario de deportes del sindicato Trópico, que después dirigió como secretario general. Luego se transformó en el máximo dirigente sindical de la Federación de Cocaleros del Chapare, posición que le sirvió como catapulta para ingresar a la arena política boliviana con una sigla, el MAS, que le regalaron para que no tuviera que tramitar una nueva personería jurídica.

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Comicios • En 1997, aliado a la IU, llegó a ser diputado y perdió su curul. El 2002 el MAS fue la segunda fuerza y logró 27 diputados y ocho senadores.

Doria Medina vivió entre las maldiciones y la buena suerte

El 4 de diciembre de 1958, mientras nacía el hombre que sobrevivió a un secuestro y a un accidente de avión, su padre perseguía a un ratón en la clínica Virgen de Copacabana de la avenida 20 de Octubre de la ciudad de La Paz.
Samuel Doria Medina Auza es el único hijo varón de su familia y el último de seis hermanas. Según el libro Entierro sin muerte, de Verónica Ormachea, proviene de una familia marcada por un sino que debía afectar a sus bisabuelos y al resto de sus generaciones. Los antepasados de la madre del “rey del cemento” encontraron en su casa un tapado de joyas coloniales, que llevaban consigo una maldición.

Al parecer las premoniciones se cumplieron, pues la bisabuela de la madre de Samuel Doria Medina tuvo septillizos, que pese a haber nacido saludables, durante su infancia murieron uno tras otro por una enfermedad. También se comenta en el libro que el hermano de esa mujer, un reconocido pintor boliviano, se suicidó por una desilusión amorosa tras enamorarse de una mujer casada.

Sin embargo, el sino ya no llegó a tocar al industrial del cemento y, por el contrario, salvó su vida de dos situaciones en las que la muerte era casi una evidencia. Además, la suerte lo acompaña en los negocios ya que convirtió a Soboce (una empresa al borde de la quiebra) en la segunda industria más grande del país.

Samuel Doria Medina pasó toda su infancia en Oruro, estudiando en el colegio Alemán, donde adquirió la pasión por el fútbol. Luego se fue a vivir a La Paz, donde hizo renegar a los jesuitas del colegio San Calixto por ir al establecimiento en auto y fumar a escondidas.

Estudió economía en la Universidad Católica, allí conoció al amor encarnado en Nidia Monje, con quien después se casó en Inglaterra, mientras se especializaba en Finanzas Públicas en London School of Economics. Tiene cinco hijos.

Fue secuestrado el 1 de noviembre de 1995 por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) durante 45 días. Fue rescatado ileso. Diez años más tarde, el 21 de enero de 2005, se accidentó en una avioneta de la empresa Amazonas en Huaricollo del departamento de Oruro.

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Sus cargos • Fue Ministro de Planeamiento y Coordinación en 1991 y en las elecciones de 1997 fue el candidato vicepresidencial de su partido.

René Joaquino se decía futuro Presidente de Bolivia

En el año 1966 René Joaquino nació en una de las localidades más pobres del país: Asiento, ubicada en el cantón potosino de Tomave. Nunca pudo dejar de trabajar, ya que la pobreza en la que vivía no le permitió darse el lujo de poder estudiar como muchos otros niños.
Hasta los ocho años su función fue cuidar las ovejas y llamas que tenía su familia y nunca se avergonzó de ser un pastor. Luego, le tocó ser lamparero en las minas, donde iba a trabajar junto a su tío en Chorolque. Su infancia fue difícil ya que cuando iba a la escuela los hijos de los mineros de la Comibol no lo dejaban participar en los juegos, sólo por usar abarcas. Sin embargo, estos inconvenientes no le impidieron soñar con ser Jefe de Estado y durante su adolescencia enviaba notas en las que firmaba: “René Joaquino, futuro Presidente”.

En medio de esos sueños, uno de sus hermanos se suicidó y ese fue el primer golpe duro que le dio la vida, pues tardó mucho en recuperarse de esa muerte. Según cuenta, cada tarde visitaba la tumba y un día encontró en ella a un anciano indigente. Le regaló 20 centavos, con la condición de que se compre pan, porque era un regalo del futuro Presidente de Bolivia.

Después se dedicó a ser panadero y en un accidente de trabajo se quemó la mitad del cuerpo. Tras recuperarse cambió de oficio y se convirtió en albañil. Mientras trabajaba estudió la carrera de Derecho en la universidad Tomás Frías de Potosí.

Trabajaba todo el día haciendo adobes y sólo se ausentaba las horas que pasaba en la universidad. Para que sus compañeros no noten el barro que a veces le caía en la cabeza, tenía una gorrita que lo protegía de cualquier burla. Pero, como el sueldo de albañil no le bastaba para poder ayudar a su madre, que se separó de su padre y se quedó con sus hermanos, también se dedicó a vender chicharrón en las ferias y pastillas en los matrimonios.

Cuando fue portero de una guardería empezó a hacer su modesta campaña para llegar al Concejo Municipal de su ciudad. En 1995 terminó la carrera como mejor alumno. Ahora encabeza el Frente Amplio que agrupa a seis alcaldes.

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Carrera • En 1997 fue alcalde por la renuncia de Braulio Oré y en las elecciones de 1999 logró el 61% de los votos. El 2004 triunfó abrumadoramente.

Hormando Vaca Díez cambió el periodismo por la política

El último de los 13 hijos de la familia Vaca Díez nació en Santa Cruz el 30 de abril de 1949 con un peso de 4.500 gramos y una estatura de 52 centímetros.
Hormando Vaca Díez creció en su ciudad jugando con bola de barro y trompos. En esa época, jamás se imaginó que terminaría ejerciendo algunos interinatos de la Presidencia de la República.

El haber tenido un bisabuelo (José Manuel Velasco) que llegó a ser Primer Mandatario de la nación hizo que durante toda su vida soñara con ocupar la silla presidencial, sitio que llegó a acariciar durante el 2004, mientras fue presidente del Congreso, en la gestión del ex presidente Carlos Mesa, que por ser vicepresidente asumió la primera magistratura después de la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada, y también en junio de este año.

Estudió en el colegio nacional Florida y al salir bachiller, a los 18 años, empezó a trabajar en el colegio Enrique Finot dictando las materias de Historia, Geografía y Educación Cívica.

Según recordó su esposa, Nina de Vaca Díez, él estudió periodismo en la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz y tras ejercer la profesión llegó a dirigir el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de esa región. Luego se fue a la Argentina, donde estudió Derecho y Economía. Desde 1971 hasta 1977 estuvo exiliado en Salta, en el Paraguay y algunos años más en Sao Paulo, Brasil.

Lo que más extrañó en el exilio fue su comida favorita: el majao camba.

Se casó dos veces. A su actual esposa la conoció en una reunión familiar organizada por uno de sus hermanos en la ciudad de Warnes. Nina de Vaca Díez, en esa época, tenía 26 años y era vecina del organizador del festejo, por lo que fue invitada y al llegar conoció al que sería su esposo por los siguientes 16 años de su vida. Al conocerla se enamoró de ella y luego de algunos años formalizaron el compromiso y se casaron en la capital cruceña.

Actualmente Hormando Vaca Díez tiene seis hijos: Katia de 35 años, Ovidio de 30, Hormando de 29, Franco de 19, Mariana de 10 y Fátima de cinco. Tiene también dos nietas: Valeria y Yalmara.

El año 1995 tuvo serios problemas de salud, que lo obligaron a viajar a Sao Paulo para hacerse una intervención a corazón abierto por una obstrucción de arterias.

Ahora postula a la Presidencia, pero también buscará un espacio en el Senado.

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Carrera • Fue parlamentario desde 1989 y el año 2004 llegó a ser presidente del Congreso y a la vez presidente interino de la República.

Nagatani carga el peso de su ascendencia de origen japonés

El candidato a la Presidencia por el MNR, el boliviano japonés Michiaki Nagatani, es el hijo de dos inmigrantes japoneses que llegaron al país en la década del 40 e hicieron de Bolivia el hogar en el que nacieron sus hijos.
Llegó al mundo el 10 de mayo de 1960 en la colonia de San Juan de Yapacaní, en el oriente, y es miembro de una familia compuesta por tres hermanos. La mayoría de sus críticos dijo que por sus características, Nagatani era un extranjero que difícilmente podría entender la realidad nacional, sin embargo él desmiente esa versión y asegura que es más boliviano “que la papa y la yuca”.

Pasó toda su infancia y su adolescencia en la capital oriental y salió bachiller del colegio Muyurina, ubicado en la ciudad intermedia de Montero.

Siempre le gustó la política e intentó vincularse con este mundo de alguna forma, por eso eligió a esta ciencia como su profesión. Estudió la carrera de Relaciones Internacionales y Diplomacia en una universidad de Bogotá, Colombia, y también en ese país hizo un doctorado en Ciencias Políticas.

En esa nación se casó con una colombiana y tuvo tres hijos. Trabajó en la Embajada del Japón mientras vivió en Bogotá y actualmente está divorciado y no vive con sus descendientes porque decidió retornar a Bolivia, pese a que después de la separación todos los miembros de su familia radican en ese país.

Al retornar a Bolivia decidió continuar con sus actividades empresariales en el agro y trabajó en varias consultorías, entre las que se destaca la construcción de un hospital para el departamento de Cochabamba. También trabajó en otras regiones del país.

En las elecciones municipales del 2004 fundó una agrupación ciudadana llamada MACA y en un tractor amarillo recorrió las calles cruceñas en busca de votos, pero no obtuvo ninguna concejalía.

Por sus características físicas, después de su presentación como candidato del MNR fue comparado insistentemente por algunos medios de comunicación con el ex presidente peruano Alberto Fujimori y llegaron a llamarlo “el Fujimori boliviano” o “El Chino”, situación que según sus allegados no le causa mucho agrado, pues él se considera boliviano. Ahora el MNR apuesta por su imagen.

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Generales • Con la agrupación ciudadana MACA postuló a las municipales del 2004 y no logró ni un concejal. Se volvió a presentar a las prefecturales.


García Linera tuvo que elegir entre el amor y Bolivia

En Cochabamba, el 19 de octubre de 1962 nació Álvaro, el último de los cuatro hijos de la familia García Linera, ahora candidato a Vicepresidente por el MAS.
Pasó su infancia entre Cochabamba y La Paz y estudió en varios colegios, como el Don Bosco, el American School y el Domingo Savio. A partir de los 12 años permaneció en el San Agustín de Cochabamba y a los 17 se fue a México para estudiar Matemáticas, porque “me gusta la manera de organizar lógicamente el mundo”.

Álvaro cree que fue “un chango un poco aburrido”, pues le dedicaba mucho tiempo a la lectura. A los 13 años empezó leyendo a Engels y Kant, y a los 15 ya había terminado los tres tomos de El Capital. Aunque probablemente entendía poco de lo que allí se decía, esa actividad era una disciplina mental para formarse en ciencias blandas en las que es autodidacta. “He aprendido por mi cuenta y son esos conocimientos los que me han permitido impartir cátedra en varias universidades europeas y obtener el premio internacional más importante en sociología que tengo, que es el Agustín Cueva del Ecuador, el año 2004”.

En una casa de la avenida Juan de la Rosa pasó toda su adolescencia y jugaba fútbol, en el puesto de defensor. “Me llamaban Villalón como a un jugador de Wilstermann”, recuerda. También jugaba básquet que practicó incluso en México, donde vivía con su mascota, un collie llamado “Perro”.

Sobre los amores que tuvo en su vida recuerda más los que no concretó “por ser demasiado tímido”. En México conoció a Raquel Gutiérrez, su pareja durante 15 años, a quien calificó como “el gran amor de una parte de mi vida”, ya que compartieron momentos buenos y malos e incluso cinco años de prisión. La relación se rompió por el compromiso que ella tenía de regresar a México. “Yo tuve que decidir entre las cosas que aún quería en Bolivia y el amor a una mujer. Opté por quedarme”. Ahora se confiesa enamorado de otra persona.

Admite que jamás se imaginó como Vicepresidente, pues su timidez lo hacía asumir una vida con más bajo perfil.

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Profesión • Es uno de los estudiosos de los movimientos sociales más importante del país. Estuvo preso acusado de ser un guerrillero del EGTK.
En Santa Cruz, el 19 de diciembre de 1945, con un peso aproximado de 2.500 gramos y midiendo 50 centímetros, nació Carlos Dabdoub, el ahora candidato del UN a la Vicepresidencia.
Fanático del fútbol, que jugaba desde el medio campo, estudió en el colegio Pestalozzi, donde por sus notas ocupó siempre los primeros lugares.

Pese a su orden con el estudio, en el colegio fue un niño muy travieso al que por lo general las bromas le salían mal. Entre sus más bochornosos recuerdos está uno en el que se ve atrapando a su maestro con el tacho de la basura.

Entre sus añoranzas más preciadas también están las tardes calientes de Santa Cruz, en las que sustraía libros de la biblioteca de su papá para pasar la tarde atrapado por las páginas redactadas por Víctor Hugo o León Tolstoi.

Esos años de infancia los compartió con la mascota que más quiso: Michi, un gato criollo del que, hasta hoy, le queda de recuerdo una cicatriz en el tobillo hecha en uno de los juegos y peleas que libraron cuando era un niño.

Como todo buen cruceño, su comida favorita es el majao. Sin embargo, los spaghetti a la carbonara son también ansiados con bastante frecuencia por su paladar. Sabe cocinar, aunque cosas muy sencillas.

Al terminar el colegio quiso estudiar Derecho para seguir los pasos de su padre, sin embargo, a último momento decidió inclinarse por la medicina, debido a que sintió que “era la profesión en la que se podía brindar mayor servicio a los más necesitados”. Estudió en la Argentina, en Brasil y en España, y ahora es uno de los neurocirujanos más reconocidos del país y de Latinoamérica, ya que preside la sociedad que agrupa a los profesionales de este ramo en la región.

Recuerda su casamiento como el momento más feliz de su vida y confiesa que estuvo muy enamorado, pues pese a que conoció a su esposa cuando era muy joven en Santa Cruz la reencontró en Sao Paulo al terminar una especialidad. Tiene tres hijos: Carlos Benjamín, Gabriela y Carlos Fernando. El golpe más duro fue la muerte de sus padres, que fallecieron con cáncer.

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Cargos • Presidió el Comité Pro Santa Cruz en 1988 y un año después fue diputado. En 1992 lo nombraron Ministro de Salud y Previsión.


Carlos Dabdoub preside a los neurocirujanos de Sudamérica
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