¿Limpiar ropa interior en el espacio? Una pista: sin agua y con microbios
Con la investigación de estos científicos, se espera dotar a los astronautas de mejores trajes y ropa para resistir las duras condiciones de las futuras misiones a la Luna y Marte.
Con la investigación de estos científicos, se espera dotar a los astronautas de mejores trajes y ropa para resistir las duras condiciones de las futuras misiones a la Luna y Marte.
En las misiones espaciales no existen las duchas ni las lavadoras, y la ropa -incluida la interior- debe reutilizarse al máximo. Ante este problema, un grupo de investigadores austríacos propone emplear microbios para mantener la higiene y alejar los malos olores.
Con la investigación de estos científicos, desarrollada por encargo de la Agencia Espacial Europea (ESA), se espera dotar a los astronautas de mejores trajes y ropa para resistir las duras condiciones de las futuras misiones a la Luna y Marte.
¿Cómo es la vida en el espacio?
A 400 kilómetros de la Tierra, los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) no tienen duchas ni lavadoras, por lo que deben asearse con toallitas y champús especiales.
En cada misión se deben enviar al espacio toneladas de ropa, que se emplea lo máximo posible antes de ser incinerada.
Las naves de reabastecimiento rusas de la ISS son de un único uso y cuando regresan a la tierra van llenas de basura, incluida ropa usada, que se desintegra al entrar en la atmósfera terrestre.
En los paseos espaciales, fuera de la ISS, los astronautas deben ir muy protegidos dentro del traje espacial y llevan tres prendas superpuestas: un pañal desechable de máxima absorción, una prenda de "confort térmico" y una de "ventilación y refrigeración líquida".
Esta última, que va pegada al cuerpo e incorpora tubos de enfriamiento líquido y ventilación para garantizar la comodidad y correcta higiene, también se tiene que compartir con los demás participantes de la misión.
Microbios contra microbios
Según explica a Efe el director del Foro Espacial Austríaco (OeWF), Gernot Grömer, diferentes estudios han demostrado que el uso prolongado de los trajes espaciales actuales, realizados en parte con metales antibacterianos como plata o cobre, irritan la piel y podrían llegar a suponer un riesgo para la salud.
"El uso extendido de estos materiales puede causar riesgo de que las nanoparticulas de metal se pierdan y entren en el cuerpo humano provocando efectos desconocidos", detalla Grömer.
Es por esto que la ESA se puso en contacto con ellos y con la empresa emergente (start-up, en inglés) Vienna Textile Lab para la creación del proyecto BACTeRMA, una "tecnología de recubrimiento biocida avanzado" que reduzca la actividad microbiana.
Con este recubrimiento, la ESA pretende reducir al máximo la actividad microbiana de las prendas gracias a los metabolitos, un compuesto orgánico generado por microbios.
En situaciones de estrés, los microbios producen los llamados metabolitos secundarios para protegerse de condiciones ambientales extremas.
En BACTeRMA el objetivo es utilizar esos metabolitos, que tienen propiedades antimicrobianas y antivirales, y transferirlos a los textiles.
"De este modo, los metabolitos podrían ofrecer una alternativa biológica", explica Grömer.