Este viernes los paceños celebraron el “Día de las Ñatitas”
La fiesta de las Ñatitas es una tradición muy arraigada en La Paz, en la que se agradece el cuidado y los favores otorgados por los difuntos
La fiesta de las Ñatitas es una tradición muy arraigada en La Paz, en la que se agradece el cuidado y los favores otorgados por los difuntos
Este viernes, 8 de noviembre, se llevó a cabo la festividad de las “Ñatitas”, una tradición que consiste en honrar a estos cráneos humanos, como símbolo de cuidado y favores otorgados.
En ese sentido, gran cantidad de ciudadanos de La Paz, se reunieron en el Cementerio General, para expresar su gratitud hacia los protectores espirituales, que son las “Ñatitas”. Esta es una tradición muy arraigada en La Paz.
“Cada año lo organizamos mejor, esto forma parte de nuestras tradiciones, una cultura netamente boliviana y muy paceña”, afirmó el alcalde de la urbe paceña, Iván Arias, quien estuvo presente durante la celebración en el camposanto ubicado en la zona de Callampaya.
El reporte de la Alcaldía señala que este viernes, los devotos colocaron coca, cigarrillos y velas alrededor de las Ñatitas o protectores, quienes según la tradición reciben obsequios como agradecimiento.
“El cementerio es un lugar muy adecuado para que podamos también hacer este tipo de expresiones culturales. En algunos casos, solicitar una bendición con agua y pedirle muchas cosas que uno quiere también para su vida personal”, dijo el técnico de la Unidad de Patrimonio de la Secretaría Municipal de Culturas y Turismo, David Mendoza.
La festividad de las Ñatitas
Cada 8 de noviembre se lleva a cabo la festividad de las “Ñatitas”. Se trata de un rito tradicional que celebra principalmente en el occidente del país, en agradecimiento a los difuntos, por los favores y cuidados que las personas reciben de estos, por lo que se veneran uno o varios cráneos humanos de los difuntos de cada familia.
Según los portales informativos, se cree que el rito de las Ñatitas comenzó en la época precolombina, cuando se veneraba a los difuntos y se los sacaba para que se reencontraran con su espíritu y con sus familias.
De igual forma, anteriormente se conservaban las cabezas de los antepasados, pues a ellos se les pedía lluvias en época de sequía, o también se les veneraba para ahuyentar todo tipo de hechos que causaran destrozos en los cultivos.