Por: Juliana Palomino • Bolivia.com

Oración diaria para pedirle a Dios protección para ti y tu familia

Eleva tus oraciones al cielo, que Dios las escucha.

Ora todos los días, Dios escucha tus súplicas. Foto: Shutterstock
Ora todos los días, Dios escucha tus súplicas. Foto: Shutterstock

Eleva tus oraciones al cielo, que Dios las escucha.

Señor Dios de corazón enorme que has puesto hecho realidad cada una de mis peticiones, hoy vengo ante ti para pedirte que protejas con tu manto sagrado a mi familia y a mí, para que en cada paso que demos contemos con tu compañía y amor.

Gracias Padre de misericordia por cada bendición que nos das, por poner pan sobre nuestra mesa, por darnos salud, por brindarnos tranquilidad y cada una de las cosas básicas para vivir y ser felices.

Guía señor nuestros corazones para que podamos hacerte sentir orgulloso de cada uno de nuestros actos. No sabes cómo te agradezco por este nuevo día y esta oportunidad de vida, porque despertar con cada una de las cosas hermosas que nos das es motivo de agradecimiento.

Protégenos, Señor, de todo mal y peligro, cuídanos con tu manto sagrado y haznos invisibles ante todo peligro o enemigo que quiera truncar tus planes en nuestra vida.

Haznos un instrumento de tu ser, de tus intenciones y que podamos construir y edificar como tú nos has enseñado, en vez de dañar a la gente con palabras o con alguno de nuestros actos. Siempre, Glorioso Dios, ayúdanos a edificar sobre las ruinas y a ser luz en medio de las tinieblas.

Hoy me encuentro ante ti porque sé que la fe mueve montañas y que, al estar cerca de ti, la paz es la que rige mi vida y la de mi familia.

Te pido perdón por mí y por mi familia si con nuestras acciones te hemos faltado al respeto en algún aspecto o hemos decepcionado la confianza que nos has brindado. De todo corazón, perdónanos señor y haz de nosotros y de las personas que nos rodean, mejores seres humanos día a día.

Eleva, por favor, todas nuestras súplicas al cielo, buen Jesucristo y manda al Espíritu Santo a que descienda sobre nuestras vidas.

Por Cristo, nuestro señor.

Amén.