Reducir el consumo de sal es tan importante como dejar de fumar
Consumir sal en exceso es la causa de numerosos problemas de salud, no solo relacionados con las enfermedades cardiovasculares, sino también con insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago.
Bolivia.com - Vida Sana
Consumir sal en exceso es la causa de numerosos problemas de salud, no solo relacionados con las enfermedades cardiovasculares, sino también con insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago.
Hace más de una década que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 6 gramos el consumo máximo diario de sal, cifra muy por debajo de la que se ingiere de media en el mundo, entre 10 y 12 gramos. La mayor parte de la ingesta diaria de sal, el 80%, proviene de los productos envasados y precocinados.
La sal contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo, lo que produce una presión sobre las arterias y favorece la aparición de la hipertensión. Según datos de la OMS, la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón.
De acuerdo con un estudio recientemente publicado en The New England Journal of Medicine que simulaba los efectos esperables al reducir el consumo de la sal en la población de Estados Unidos, una reducción dietética de 3 gramos diarios de sal disminuiría el número anual de enfermedades cardiovasculares entre 60.000 y 120.000 casos, de ictus entre 32.000 y 66.000, de infarto de miocardio entre 54.000 y 99.000, y de fallecimiento por cualquier causa entre 44.000 y 92.000 casos al año.
Además, esta medida también sería beneficiosa desde el punto de vista económico, consiguiendo un ahorro de entre 10.000 y 24.000 millones de dólares. A la vista de estos datos, algunos países han decidido implantar algunas medidas preventivas.
Fue el caso de Finlandia, que en los años 70 inició una campaña de concienciación consiguiendo una disminución en el consumo de sal de 12 a 9 gramos diarios. Gracias a esta medida se consiguió una reducción de enfermedad cardiaca coronaria y de accidente cerebrovascular de entre un 75% y un 80%, lo que ha alargado la esperanza de vida de 5 a 6 años.