Boliviana detenida en Malasia evita pena de muerte, pero le dan 9 años de cárcel por tráfico de drogas

El Gobierno de Bolivia informó que se logró un acuerdo para evitar la pena de muerte contra una joven boliviana que se encuentra detenida desde 2019 en Malasia por transportar sustancias controladas hacia ese país, cambiando el delito por el que finalmente fue sentenciada a nueve años de cárcel.

El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, expresó que a pesar de no contar con una embajada o consulado de Bolivia en Malasia se hizo todo lo posible para ayudar a la boliviana en el proceso abierto en su contra por transportar en 2019 al menos 2 kilos de cocaína ocultos en su malerta por lo que fue detenida en el aeropuerto de Kuala Lumpur.

Para su defensa gestionaron la asistencia de un abogado "pro bono" y enviaron hacia Malasia una serie de documentación como certificados de antecedentes, sobre su familia, sus estudios, entre otros que podían ser importantes para la audiencia que se llevó a cabo este lunes, indicó Mayta.

"Se presentaron las pruebas de cargo y la Fiscalía aceptó llegar a un acuerdo, cambiar la acusación, bajo la condición de que la acusada pudiera declararse culpable", informó el canciller boliviano.

Es así que el proceso ya no continuó por el delito de "narcotráfico", sino por "posesión de drogas", lo cual evitaba la posibilidad de que la joven fuera condenada a pena de muerte.

Luego de escuchar todos los argumentos de la defensa de la boliviana y tras declararse culpable la joven, detenida en su momento con 23 años, la Justicia en Malasia determinó darle 9 años de cárcel por la posesión de la cocaína, según aclaró la Cancillería.

El canciller contó que la joven boliviana, entre las primeras cosas que pidió, fue saber cómo está su familia y una Biblia, ya que estaba en un país desconocido y "sometida a una Justicia que no terminaba de entender, sin siquiera poderse comunicar".

El ministro exhortó a la población boliviana a no caer en estas "tentaciones" de ganar dinero de esta forma o sin saber exactamente "qué ponen en juego" y que desembocan en verdaderos "dramas humanos", como este caso.

En 2013, un boliviano de 30 años fue detenido en Kuala Lumpur por llevar 450 gramos de cocaína, lo que desembocó en un proceso judicial en el que le dieron una condena a la pena de muerte.

Tras conocer su caso en 2018, el Gobierno boliviano inició las gestiones para apelar la sentencia y para conmutar la pena de muerte, posibilidad que dan las normas de Malasia cuando de por medio se establecen acciones diplomáticas y tras un largo proceso, el hombre volvió a Bolivia en 2019.

En total, hay registrados en servicios consulares al menos 647 bolivianos detenidos y procesados criminalmente por distintos delitos, la mayoría por narcotráfico, en países como Argentina, Brasil, Chile, España, entre otros, según señaló Mayta.