Fiscalía investiga red que capta a bolivianos para traficar drogas en Malasia

El caso de una boliviana acusada de tráfico de sustancias controladas en Malasia hace presumir al Ministerio Público de Bolivia la existencia de una red de narcotraficantes que captan a bolivianos para esos fines.

A la Fiscalía General de Bolivia le llamó la atención que se presente otro caso en la que está implicada una boliviana en supuesto tráfico de sustancias en Malasia "con igualdad de antecedentes" a otros de bolivianos ocurridos en ese país, por lo que realizará una investigación "prolija", según un comunicado de esa entidad.

El último caso se trata de una boliviana de 26 años que fue aprehendida en ese país asiático, que se presume que también fue víctima de trata de personas en Bolivia.

El director de la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia Sexual y en Razón de Género, Roberto Almendras, informó de que la fiscal asignada a este caso en el país emitió requerimientos a empresas telefónicas, ya que la joven se comunicó con su madre.

En ese contacto la joven le explicaba a su madre que estaba en la Policía de Kuala Lumpur y que llegó hasta ese país por la fuerza, con amenazas de muerte, y le pidió ayuda, según el boletín de la Fiscalía.

Además le comentó a su progenitora que conoció una amiga en Bolivia que le indujo a realizar ese viaje y que en todo el trayecto le acompañó "un ciudadano africano" que no le dejaba comunicarse con nadie.

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Ante esa situación, la madre de la joven presentó el año pasado una denuncia por trata de personas y el Ministerio Público presume que la boliviana fue captada para que transporte sustancias controladas, de acuerdo al comunicado.

Es por ello que el Ministerio Público solicitó cooperación jurídica internacional a las autoridades de Malasia, para hacerles conocer que la boliviana llegó a ese país "a causa de trata de personas".

Almendras exhortó a las autoridades diplomáticas del país para que puedan brindar asistencia consular y judicial a la joven para que pueda ser repatriada, según el boletín.

La joven quedó detenida a la espera de su juicio en la Corte Magistral de Sepang en el Estado de Selangor.

En 2013, un boliviano de 30 años fue detenido en Kuala Lumpur por llevar 450 gramos de cocaína, lo que desembocó en un proceso judicial en el que le dieron una condena a la pena de muerte.

Tras conocer su caso en 2018, el Gobierno boliviano inició las gestiones para apelar la sentencia y para conmutar la pena de muerte, posibilidad que dan las normas de Malasia cuando de por medio se establecen acciones diplomáticos.

Tras un largo proceso, el hombre volvió a Bolivia el año pasado.