El gobernador Camacho se acogió al silencio en su audiencia por la presunta legitimación de ganancias ilícitas

Este lunes a las 11:00 el gobernador Luis Fernando Camacho debía declarar ante la Fiscalía por la presunta comisión del delito de legitimación de ganancias ilícitas durante el paro de 21 días que se llevó a cabo en 2019. Sin embargo, Camacho se acogió a su derecho constitucional de guardar silencio.

Según el abogado defensor de Camacho, el gobernador se abstuvo de emitir declaraciones en la audiencia para evitar que sean usadas en su contra, ya que asegura que esto es lo que pretende hacer el Ministerio Público.

De acuerdo con el reporte de Unitel, el abogado de la autoridad cruceña, Martín Camacho, señaló que el gobernador debería ser investigado en Santa Cruz, pues ninguno de los supuestamente implicados reside en el departamento de La Paz, sin embargo, el caso radica en la Fiscalía de este departamento.

El jurista detalló en contacto con el medio de comunicación que se presentó un recurso de excepción y se espera que se otorgue una nueva fecha para la audiencia donde se trate este problema que fue explicado por la defensa del gobernador.

Por este mismo caso fueron citados el padre de Camacho José Luis Camacho Parada y la hermana de la autoridad, Rosa Camacho. Ambos se acogieron a su derecho constitucional de guardar silencio, por lo que no emitieron declaración, pero si asistieron a su cita en la Fiscalía.

El caso

En el marco de las investigaciones por el caso denominado Golpe de Estado I, por el cual Camacho permanece privado de su libertad, se pudo evidenciar que la familia y allegados del gobernador, realizaron giros y recibieron montos altos de dinero, durante los conflictos que se registraron en Bolivia a finales del año 2019.

Es por eso por lo que tanto, el gobernador, como algunos de sus familiares y su circulo cercano, son investigados por la presunta comisión del delito de legitimación de ganancias ilícitas.

En un reporte de ABI se detalla que se realizaron giros de entre 180 mil y 33 mil bolivianos en momentos estratégicos, como en la renuncia de Evo Morales y en el momento en el que Jeanine Añez asumió la presidencia del Estado.