Represas de El Alto y La Paz reportan más de 32 millones de metros cúbicos tras lluvias

El volumen de las represas de El Alto y La Paz se elevaron al 57% de su capacidad. Más de 32 millones de metros cúbicos se sumaron a las 10 represas que alimentan las ciudades del vital líquido. 

Según el reporte diario de Epsas, del 57,38% de volumen de agua, la represa de Tuni registró hasta el lunes el 51,79%; Incachaca 54,24%, Hampaturi 46,90%, Ajuankhota 82,19%, Milluni 29,41%, Hampaturi Alto 30,45%, Jankokhota 85,56%, Pampalarama 86,03%, Chacaltaya 59,94% y Alpaquita 46,27%.

El interventor de Epsas, Jaime Gutiérrez, informó que los volúmenes actuales de agua garantizan la provisión de líquido potable para la población, de seis y siete meses.

Señaló que, en El Alto, 72 pozos provén de agua potable al 50% de la población de esa ciudad.

Epsas ejecuta el plan de contingencia para el suministro continúo del agua potable a las poblaciones de La Paz, El Alto y sus alrededores. El plan incluye el trasvase de agua de la planta de Chuquiaguillo a la planta de Achachicala; se prevé la construcción de nuevas represas y la perforación de nuevos pozos para garantizar la provisión del recurso hídrico.

Hay que recordar que desde noviembre del año pasado, las autoridades venían monitoreando las 10 represas que surten a las ciudades debido a la sequía estaban "bajando sus niveles". Por esta razón, el alcalde de La Paz, Iván Arias había pedido medidas de control. 

Entre esas, Epsas tomó la determinación de reducir la presión en las noches y mencionaron la posibilidad de hacer racionamiento. Además, se tomaron medidas de sanción para los lavaderos de carro en el centro de La Paz para evitar el derroche del vital líquido. 

“Epsas, desde septiembre, ya ha tomado la primera medida de hacer la reducción en la presión de agua para todos los municipios que abastecemos. Hemos bajado el nivel de presión a lo mínimo que es 13 metros/columna de agua, por lo cual esa medida ya Epsas ha tomado en cuenta para el abastecimiento correspondiente”, dijo Gutiérrez, en una entrevista pasada. 

En este sentido, Bolivia vivió durante el 2023 una de las sequías más intensas que atravesó el país, esta situación amenazó la provisión de agua en varios departamentos. El lago Titicaca alcanzó su descenso más bajo en la historia y ahora, con las lluvias, se vive otro extremo del cambio climático. Los pronósticos sugieren que las lluvias se extenderán hasta abril.