Recomiendan parar actividades en la cúspide del Cerro Rico

Los hundimientos en la cima del Cerro Rico de Potosí no cesan. Investigadores recomiendan cesar toda actividad extractiva en algunas zonas.

Hundimiento ocurrido en 2011 en el Cerro Rico de Potosí. Foto: ABI
Hundimiento ocurrido en 2011 en el Cerro Rico de Potosí. Foto: ABI

Los hundimientos en la cima del Cerro Rico de Potosí no cesan. Investigadores recomiendan cesar toda actividad extractiva en algunas zonas.

Un equipo de expertos e investigadores recomienda la prohibición total y absoluta de cualquier actividad en la zona denominada La Cúspide, con excepción de aquellas destinadas a mantener la estabilidad física del Patrimonio Cultural de la Humanidad. 

El estudio “Riesgos de Estabilidad Física en el Cerro Rico de Potosí, patrimonio Cultural de la Humanidad”, de los investigadores, Gerardo Zamora (metalurgista), Carlos Serrano (geólogo) de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), además del historiador, Josep Mata de la Universidad Politécnica de Cataluña, pone en manifiesto que “la explotación minera en las últimas décadas, cada vez más orientadas al minifundio minero cooperativizado y sin orientación tecnológica, ha ido generando un notable incremento en la inestabilidad física del cerro”. 

De acuerdo a la descripción de Serrano, en su obra “Historia de la Minería Andina Boliviana (siglos XVI-XX), la explotación del Cerro Rico de Potosí en la época colonial estaba orientada a la minería argentífera; posteriormente pasó a ser estannífera, para oscilar más adelante entre una y la otra, con el beneficios además de otros metales. 

El director de Postgrado e Investigación de la UTO, Gerardo Zamora, junto a los otros dos especialistas, señala que para salvaguardar la zona denominada “Cúspide del Cerro Rico de Potosí” situada a 4.600 metros de altura ó más, donde se identificó las deformaciones más intensas, producto especialmente de los hundimientos producidos en diferentes sectores de la cima, hay varias medidas de prevención. 

Entre las medidas que consideran necesarias los expertos, está la prohibición total y absoluta de cualquier actividad, con excepción de las encaminadas a mantener la estabilidad del cerro. Se sugiere además una lectura periódica posible de todos los procesos naturales que se vayan desarrollando en el cerro, así como la realización de un Plan de Monitoreo Geológico, especialmente en el campo geomecánico y en el campo geoestructural. 

También se plantea la confección de un Mapa Geoambiental de Riesgos, Amenazas y Vulnerabilidades, a partir de los trabajos anteriores, delimitando adecuadamente las zonas de riesgo, de manera que se garanticen las condiciones de vida y de trabajo, se evite la destrucción del patrimonio geológico, social y cultural por efecto de los procesos geológicos, que deriven en desastres de origen natural. 


Responsabilizan al Cambio climático 

El informe del Ministerio de Minería y Metalurgia a través del Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (SERGIOTECMIN), basado en estudios e inspecciones, identifican a tres fenómenos causantes de los hundimiento: a) fenómenos tectónicos de diaclasamiento de las rocas; b) fenómenos de intemperismo periglacial, por acción del hielo en las diaclasas; y, c) fenómenos antrópicos, creados por la subsidencia y hundimientos mineros. 

“La conjunción de los tres fenómenos, ha conducido a un intenso desmoronamiento de la cumbre y de las partes altas del cerro”, señala el informe de SERGIOTECMIN. 

La misma instancia estatal, evidenció que actualmente, en el Cerro Rico, trabajan 36 cooperativas de forma legal, con una cifra equivalente a 10.000 trabajadores asociados en cooperativas. 

Por otra parte, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), realizó inspecciones de bocaminas por encima de los 4.400 metros de altura, y comprobó, según el estudio de los especialistas Zamora, Mata y Serrano, que diez cooperativas realizan trabajo ilegales. 


Unesco 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) visitó el país en mayo del año pasado, con la misión de coadyuvar en la preservación del Cerro Rico de Potosí, manteniendo el trabajo de los mineros en su interior, por considerar que ese es uno de los aspectos que lo convierte en Patrimonio de la Humanidad. 

Se propuso entonces, detener los trabajos en aquellas áreas donde la vida de los mineros corre riesgo, además de detener las operaciones en aquellas áreas que signifiquen un debilitamiento mayor de la estructura rocosa del cerro. Sin embargo, la Sociedad Potosina de Ecoología (SOPE), afirma que desde entonces, poco o nada hizo Comibol por precautelar el cerro, ni la vida de los trabajadores, ya que tanto por fuera del cerro, como por dentro las labores mineras continúan de manera intensiva, debido a los altos precios de los minerales a nivel internacional. 


Fuente: PIEB