El arte de combinar buena comida y cerveza
Cerveza con maní o con papas fritas parecieran ser los compañeros tradicionales de esta bebida, sin embargo, la práctica dicta otra cosa, porque combinar diferentes tipos de cerveza con comida dulce, picante y nacional para experimentar una fiesta en el paladar, es totalmente posible.
Cerveza con maní o con papas fritas parecieran ser los compañeros tradicionales de esta bebida, sin embargo, la práctica dicta otra cosa, porque combinar diferentes tipos de cerveza con comida dulce, picante y nacional para experimentar una fiesta en el paladar, es totalmente posible.
El sommelier español, Gabriel Villalobos, dice que, “mientras los vinos están más cerrados al mercado u origen nacional, las cervezas son del mundo”, por lo que la variedad para degustar es abundante. Por ello el experto sugiere que la Pizza va perfecta con cervezas de malta seca y cervezas rubias, un menú muy tentador que invita a romper la dieta.
En Bolivia, un buen fricasé, sajta, o un pique a lo macho son ideales para degustar con una tipo Pilsen fría sugiere el chef ejecutivo, Pedro Navarro, “por la combinación entre picante y salado este tipo de cerveza es excelente para resaltar los sabores de la comida nacional”.
La Pilsen es clara, refrescante y ligera, por lo que los platos nacionales son un gran complemento, pero se debe tener cuidado de que los sabores no resalten unos más que otros, tal como sugiere el crítico culinario José Carlos Capel, de El País. Para platos que posean alto grado de porciones grasas, con eso que se conoce tan comúnmente como “matar al chancho” que no es otra cosa que limpiar el paladar, una cerveza rubia es perfecta para ello y para acompañar un plato de frituras, ajíes o muy condimentados porque corta las especies, el dulzor de la malta aplaca las notas picantes y extrae la sal de la carne.
Para un chicharrón una cerveza negra es la mejor opción por su sabor fuerte, va muy bien con platos grasos donde las reducciones son espesas y oscuras, carnes rojas bien cocidas son otra opción. Las comidas agridulces, como unas costillas a la BBQ o unas alitas “contrasta sabores y es una excelente combinación”, sugiere Navarro.
La cerveza negra se balancea perfectamente con los sabores dulces. Postres que están elaborados a base de cremas o quesos cremosos como el Tiramisú, postres hechos a base de café combinan con las maltas especiales, chocolate, brownies calientes con helado y crema.
Para quien desea degustar algo rápido están los piqueos, alitas crocantes y las mini hamburguesas, al lado de una refrescante cerveza light que es perfecta para platos fríos y bocados calientes. Permite acompañar picaditos de quesos suaves, no muy grasosos. Esta cerveza al ser ligera corta los alimentos muy salados y elimina la sensación de sed.
Además de combinar muy bien con diferentes sabores y ser refrescante, la cerveza estimula el apetito, evita el estreñimiento, previene enfermedades cardiovasculares y la anemia. Por lo tanto, no hay pretextos para negarse a disfrutar los sabores de la vida acompañados con una exquisita cerveza, desde un buen chicharrón, hasta una botana, todo dependerá de la ocasión y de la compañía.