¿Por qué la altura de Bolivia no es un beneficio para la Selección Nacional?
¿La altura es un mito o una realidad para los equipos de fútbol? Esto es lo que explican los expertos.
¿La altura es un mito o una realidad para los equipos de fútbol? Esto es lo que explican los expertos.
La altura es atemorizante para los equipos de fútbol que llegan a Bolivia para jugar, asumir el reto de correr y ser efectivo a 2.500 metros sobre el nivel del mar genera el cuestionamiento de sí es solo un mito o una realidad.
El deportólogo Fernando Zalles aseguró que no es un mito, en la altura se producen "cambios fenotípicos" marcados por una hiperventilación que aumenta la intensidad de la respiración así como de un mayor ritmo cardíaco, por lo que se gasta más energía.
Zalles, quien fue médico de la selección Bolivia y The Strongest, dijo que la preparación física de los futbolistas ha mejorado a tal punto que ahora "están preparados física y psicológicamente" para jugar en la altura.
"El daño mayor que sufre el atleta en la altura es el daño psicológico", apuntó.
En las últimas décadas, hubo varias formas de contrarrestar los efectos de la altitud, con el uso de tapabocas en los entrenamientos o parches nasales en los partidos oficiales, provisión de galones de oxígeno en el campo, sesiones en cámaras hiperbáricas e ingesta de diuréticos o sildenafilo, popularmente conocida como viagra.
"Lo más adecuado es llegar a la altura, jugar e irse. Así no se da tiempo al organismo de reconocer el medio (...) porque no inició sus cambios fenotípicos", concluyó Zalles.
Por su parte, el especialista en neurobiología del entrenamiento, Fernando Ariñez, dijo que un buen rendimiento en la altitud es "multifactorial" y que entre esos aspectos está el psicológico.
Ariñez señaló que es fundamental la reducción de los estímulos en los jugadores para bajar sus niveles de estrés, de manera que se concentren únicamente en el balón, el rival y el propio equipo.
El experto citó el caso reciente de una selección suramericana que llegó a La Paz y se llevó un triunfo ante Bolivia, la táctica fue no hablar de la altura junto a un entrenamiento intenso antes del partido para un desempeño óptimo en cancha.
Aunque la altura es un factor que puede ayudar al equipo local a vencer, también existen numerosos casos en que los equipos visitantes resultaron vencedores, como el Santos de Pelé (1971), Brasil de Ronaldo Nazario (1997), el Atlético Mineiro de Ronaldinho (2013) y la Argentina de Lionel Scaloni (2023).