Bolivia llega a la Copa América con ilusión pero sin grandes ambiciones
La selección de Bolivia concurre a la Copa América Centenario con una plantilla ilusionada con hacer un buen papel en el torneo que se disputa en Estados Unidos pero, a la vez, con una cautela que ronda el pesimismo.
La selección de Bolivia concurre a la Copa América Centenario con una plantilla ilusionada con hacer un buen papel en el torneo que se disputa en Estados Unidos pero, a la vez, con una cautela que ronda el pesimismo.
No es un secreto: el fútbol boliviano no está en su mejor momento.
Al mando del entrenador Julio César Baldivieso, Bolivia tiene por delante todo un reto, ya que sus rivales en el Grupo D serán Chile, el actual campeón continental; la legendaria Argentina y la selección panameña, contra la que debutará el 6 de junio.
La tarea de los bolivianos será complicada, sobre todo si se tienen en cuenta los antecedentes del equipo en la Copa América, en la que la única gloria de la Verde es el título logrado en 1963, cuando derrotó a Brasil en la final.
En 1997, Bolivia repitió como anfitriona y también llegó a la final, pero no pudo superar los brasileños..
En la Copa América disputada en Chile en 2015, la selección andina, dirigida entonces por Mauricio Soria, venció una maldición de dieciocho años sin pasar de la fase de grupos y avanzó a cuartos de final, aunque hasta ahí llegó la proeza.
Desde que Baldivieso asumió la conducción de la Verde en septiembre pasado, se ha notado un cambio de actitud, si bien los resultados logrados hasta el momento no terminan de convencer ni a la hinchada, ni a la prensa deportiva local.
Con todo, los dirigentes deportivos nacionales aún no le han retirado su confianza al entrenador y esperan que el equipo por fin logre levantar cabeza en la Copa Centenario.
Los veintitrés convocados para el torneo mantienen altas las expectativas y han prometido dar lo mejor de sí mismos para representar dignamente a su país.
El mismo Baldivieso ha asegurado que está ilusionado con la Copa, pero a la vez se ha mostrado cauto -pesimista, según algunos medios- al hablar sobre las posibilidades reales de Bolivia en el torneo, sobre todo por el escaso tiempo para entrenar con el equipo completo.
Para lograr la hazaña, el entrenador ha presentado una nómina mayormente renovada, que combina la experiencia con la juventud.
De los veintitrés elegidos, sólo se repiten siete nombres con respecto a los que jugaron en Chile en 2015: el arquero Romel Quiñónez, los zagueros Marvin Bejarano, Ronald Eguino y Edward Zenteno; los centrocampistas Martin Smedberg-Dalence y Walter Veizaga y el volante ofensivo Jhasmani Campos.
Smedberg-Dalence, del IFK Goteborg sueco, y Campos, que milita en el fútbol kuwaití, son dos de los cinco 'extranjeros' incluidos en la convocatoria.
La novedad en el combinado boliviano es la ausencia por lesión de Samuel Galindo, que ha permitido la entrada en el grupo para la Copa de Carmelo Algañaraz.
Uno de los grandes ausentes será el artillero Marcelo Martins Moreno, del Changchun Yatai chino, que rehúsa a jugar para la Verde mientras Baldivieso esté al mando.
El estratega ha evitado referirse a las diferencias con Martins y a su rechazo al llamado para la Copa Centenario.
En cambio, sí lamentó la baja del centrocampista Alejandro Chumacero, de The Strongest, que quedó al margen de la convocatoria por una lesión en una rodilla que lleva tiempo sin sanar.
El delantero Juan Carlos 'Conejo' Arce, que brilló con luz propia en el fugaz paso de su equipo, el Bolívar, en la reciente Copa Libertadores, podrá quitarse el mal sabor de boca de haber sido excluido del torneo en Chile.
A pesar de que el 'Conejo' Arce, de 31 años, se encuentra en proceso de recuperación de una distensión de ligamento, Baldivieso se arriesgó a incluirlo en el listado final porque, según reconoció, su aporte al equipo es importante.
Una de las novedades será el debut del paraguayo Nelson 'Rompehuesos' Cabrera, el defensa del Bolívar que se naturalizó boliviano hace unos meses para defender los colores del país que le acoge desde 2013.
También destaca la inclusión del juvenil Bruno Miranda (18 años), de la Universidad de Chile.
Además, se anticipa una dura disputa por la titularidad en el arco entre Quiñónez, que no pasa por su mejor momento, y los otros dos porteros convocados, Carlos Lampe, del Sport Boys, y Guillermo Viscarra, del Oriente Petrolero. EFE/Gina Baldivieso