¿Por qué se regalan huevos de Pascua? ¿De Dónde viene esa tradición?

La tradición de consumir o regalar huevos de chocolate se ha extendido por diferentes partes del mundo y Bolivia es una de ellas. Sin embargo, no muchos conocen de donde proviene dicha práctica, pues es mucho más antigua de lo que se cree.

En algunas culturas el huevo de Pascua es sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento, por lo que en la Edad Media era una costumbre regalar huevos de gallina a los niños durante las celebraciones. Sin embargo, la Iglesia Cristiana prohibió comer huevos y lácteos durante la Cuaresma, pues los consideraba similares a la carne roja.

Las personas que seguían esta tradición guardaban los huevos y los bañaban en una fina capa de cera para mantenerlos frescos, para que al finalizar el tiempo de cuaresma pudieran ser regalados.

Ahora la tradición ha cambiado y la iglesia solo prohíbe el consumo de carne rojo y no así de los huevos, sin embargo, esta práctica también ha evolucionado con el paso del tiempo, pues si bien se continuó regalando huevos se lo hacia de una manera diferente.

Luego se continuó con la tradición alrededor de los huevos de gallina, pero entonces también se los decoraba y se los pintaba para luego ponerlos en pequeñas cestas y regalarlos. Hasta ahora, en muchos países se siguen utilizando huevos de gallina, sin embargo, en muchos otros se ha optado por el chocolate.

Alemanes, italianos y franceses empezaron a elaborar huevos de Pascua de chocolate y poco a poco fueron reemplazando a los huevos de aves. Sin duda alguna los huevos de chocolate se han convertido en los preferidos, especialmente de los niños.

Hace ya muchos años y hasta la actualidad es tradición regalar estos huevos a los niños, pero existe una dinámica muy practicada y es que los adultos ocultan los huevos de Pascua en toda la casa, para que los más pequeños los busquen y así empezar el Domingo de Pascua con mucha emoción.

¿Y el conejo de Pascua? Este personaje es utilizado como un símbolo de esta festividad cristiana, sin embargo, ni él ni los huevos son nombrados en ninguna parte de la biblia. Pero existe una leyenda alrededor de este personaje, se cree que en el sepulcro donde se encontraba Jesús hubo un conejo que presenció su resurrección.