Hombre que "veía al Diablo" irrumpió en El Vaticano para ver al Papa Francisco
Un hombre de 40 años burló toda la seguridad de El Vaticano para que el Papa Francisco "lo exorcizara". El hecho generó polémica en redes.
Un hombre de 40 años burló toda la seguridad de El Vaticano para que el Papa Francisco "lo exorcizara". El hecho generó polémica en redes.
No hay seguridad "perfecta" en ningún país. Un hombre que decía "ver el Diablo" burló toda la seguridad de El Vaticano, solo con un vehículo, para lograr que el Papa Francisco lo "librara del demonio".
Según los reportes de los medios internacionales, el hombre tenía "visiones malignas" y que solo sería purgado de ellas, sí lograba ver al Papa Francisco. Todo ocurrió este jueves 18 de mayo, pasadas las 20:00.
En primera instancia quiso ingresar sin autorización, pero al negarle el paso. El hombre aceleró contra los portones y atravesó la seguridad. Los guardias notificaron lo ocurrido y cerraron la Casa de la Moneda, que brinda entrada a la Basílica de San Pedro.
“En el intento de detener el coche, el inspector de la gendarmería de guardia, en el control, disparó su pistola en dirección de las gomas anteriores del vehículo, pero siguió”, precisa el comunicado.
El hombre logró ingresar hasta el patio de San Dámaso y tras bajar del carro, fue bloqueado con fuerza y arrestado por la Gendarmería. Posteriormente, fue llevado a la Dirección de Sanidad de El Vaticano y el hombre fue diagnósticado con un estado de alteración psicofísica. Al parecer, no estaba drogado. Solo enfermo.
Al parecer, solo gritaba que había tenido visiones del Diablo y que solo quería que el Papa Francisco lo bendijera y lo librara de ellas. “Actualmente, el sujeto se encuentra en una celda de los nuevos locales del Cuartel de la Gendarmería, a disposición de las autoridades judiciales”, puntualizó el comunicado.
La situación generó polémica entre los usuarios en redes sociales. Las opinionen eran divididas, los más creyentes aseguraban que se trataba de alguna manifestación del Diablo y que quería acaba con la vida del Papa, mientras que los menos crédulos, aseguraban que "la verdadera maldad está allí, en El Vaticano", haciendo referencia a la gran cantidad de ocultamientos de casos de pederastia perpetrados por sacerdotes.