¿La conexión es una bendición o una maldición?

De alguna forma nos llega a afectar nuestras vidas de una manera positiva, dándonos oportunidad de poder trabajar de manera remota de manera que podamos tener más control sobre nuestros propios horarios y poder disfrutar de nuestra familia y divertirnos desde casa al mismo tiempo.

E incluso, si tú no tienes una recepción adecuada para hacerlo, existen dispositivos que han llegado para ayudarte. Puedes comprar un amplificador para móvil con una poderosa antena , listo para encontrar el mínimo de señal para poder hacer tu vida más confortable. ¿Pero es la conexión, una bendición o maldición? Veamos los dos lados de la pregunta, analizando algunos puntos.

La conexión ahorra tiempo.

No necesitas una reunión de larga duración con tus colegas cuando puedes enviar un correo electrónico con los puntos más importantes. Veamos otros ejemplos más cotidianos, cuándo quieres reunirte con un amigo para ir por una cerveza, pero él no puede asistir y no te avisa. Bueno, ahora él podrá informarte antes de que tu llegues al punto de encuentro. que te ayudará a mejorar tus tiempos. La frase “el tiempo es dinero”, tomó un nuevo sentido desde que los celulares hicieron su aparición.  Llevamos el mundo en el bolsillo, preferimos llamar, antes de reunirnos; y mensajear, antes de llamar. Solo porque ahorramos más tiempo.

Nos permite trabajar de manera eficaz.

En nuestra experiencia trabajando día a día en la oficina lo hacemos en un  horario de ocho horas pero en realidad, pero se puede trabajar en solo cuatro horas. Entonces, ¿por qué vamos a la oficina, cuándo podemos hacer el mismo trabajo desde nuestra casa en pijamas? No quiere decir que funcione para todos, pero de alguna forma genial para aquellos que realizan diferentes actividades, aprovechando así las 24 horas del día. Las conexiones han prosperado en la última década, el trabajo remoto se ha vuelto más deseado por lo empleado, ya que puede darle al trabajador el control sobre sus vidas y más oportunidad de administrar mejor su tiempo.

Conectar con tus seres queridos.

Muchos de nosotros vivimos lejos de nuestros padres o viajamos regularmente por negocios sin poder llevar a nuestras familias. ¿No es maravilloso poder hacer videollamada con nuestros hijos cuando estás en la habitación de tu hotel tan alejado de tu familiar? ¡Por supuesto!; poder llamar a tu papá incluso si estás pescando o en un bote, ¡Naturalmente!, tenemos amigos con los que quisieramos estar en contacto por redes sociales así ellos vivan en el fin del mundo.

Mayores niveles de ansiedad.

Antes de avanzar, tenemos que discutirlo ahora (esto parece bastante depresivo), pero sigue siendo verdad.

Mucha más  gente ahora sufre de desórdenes de ansiedad severa que antes. Y demográficamente esto también ha cambiado. Actualmente, los adolescentes sufren de este desorden de manera grave y hay datos que lo comprueban. Desde luego, ellos ya tienen bastantes cosas con las cuales lidiar, pero la conectividad les agrega más presión a la situación.  Es terrible que cada error que hiciste a la edad de los catorce puede ser grabado y documentado, y subirlo a la web y que lo vean las personas para siempre. ¿Puedes imaginarlo? Cada mensaje enojado, cada pelea que ganes o pierdas, cada palabra que escribes. Sí ya es lo suficientemente complicado para un adulto lidiar con eso, con certeza, será mucho peor para un adolescente.

En síntesis, como cada gran idea a través de la historia de la humanidad, la conexión global puede ser usada cómo una gran herramienta para tus necesidades y una maldición que causa dolor y disconformidad. La única manera de ir hacia adelante es siendo inteligente sobre el tema. Mantener el balance. Darle a tu hijo un teléfono básico para que puedas comunicarte con ellos, es una buena idea. Tal vez, deberías de reconsiderar hacerle once llamadas telefónicas para asegurarte de que ha lavado los trastes o que se ha lavado los dientes antes de desayunar. Los adolescentes también necesitan cierta privacidad.

Trabajar de manera remota es genial y puedes empezar a trabajar a las 11 de la noche si tu quieres,  pero por otro lado, debes cuidar que descanses bien y que el trabajo no se sature. En estos tiempos, descansar significa guardar tu celular y pasar un momento de tranquilidad, sin mirar la pantalla del celular. Mantén el balance entre el ritmo alocado de la vida y tu propio bienestar, no perder ninguno de estos dos.