Destellos cobrizos y metales marrones, un cementerio lleno de historia en Uyuni
Trenes de antaño que con el tiempo formaron un cementerio turístico en Uyuni, Bolivia.

Trenes de antaño que con el tiempo formaron un cementerio turístico en Uyuni, Bolivia.
El cementerio de trenes es un lugar turístico ubicado en Uyuni, Potosí, la primera localidad boliviana que albergó el ferrocarril en el último aliento del siglo XX. Este departamento boliviano es muy conocido por contar con lugares como el Salar de Uyuni, pero también es un imprescindible pasar a visitar los trenes que tanta historia contienen.

Existen pedazos gigantes de chatarra que un día fueron trenes que funcionaban en la ciudad y ahora, son tesoros de la historia que atraen a miles de turistas que buscan a venturarse a la ciudad situada a más de 3.000 metros de altura en el sudoeste de Bolivia

Locomotoras que ya no tienen ningún otro destino, vagones que tienen mucho por contar y visibles esqueletos enteramente de metal con ruedas retorcidas por el paso del tiempo, son aquellas las piezas de ojalata que yacen en los más fríos suelos del altiplano.
En este mismo lugar, donde no se escucha el sonido ni del soplo del viento, aquí mismo se inauguró la primera línea de ferrocarril de Bolivia en 1890. En esta fecha, el proyecto del presidente constitucional, Aniceto Arce se cumplió, uniendo a través de este servicio a Uyuni con Antofagasta.

En esos tiempos, estos no eran una pieza del recuerdo, sino un lujo de transporte que cargaba en sus vagones oro, plata y estaño, entre otros famosos minerales de la época.
Ya hace más de 100 años que el funcionamiento del ferrocarril de Uyuni dio fin a sus servicios. Después de la guerra contra Chile por el acceso al mar, paralizaron las máquinas que no volvieron a soltar humo por sus chimeneas ni dar su inconfundible silbatazo.

Uyuni es un lugar de lengua aymara que atrae a visitantes por su imponente salar y, en sus últimos años, resurgió un turismo masivo por haberse convertido en sede del Rally Dakar, que fue un atractivo más para poder visibilizar al cementerio que yace allí desde hace tantos años.
El lugar del cementerio, no es un museo oficial, sino que es un cúmulo de hierros y metales que, aunque no fueron conservados "profesionalmente", se mantienen en pie para gracia de sus visitantes.

Un marrón ocre que rodea a las personas y las llena de intriga y un cúmulo de emociones por tanta carga histórica que este cementerio representa.