Jerusalén el destino místico de Semana Santa

Jerusalén es el destino más místico y religioso de todo el planeta, dentro de sus murallas se contienen los misterios de toda la espiritualidad que son los orígenes de las tres religiones monoteístas del mundo. 

¿Quieres viajar en el tiempo? En esta ciudad lo podrás hacer, sus espacios son un "portal" a otras épocas, y la misticidad abunda en cada esquina. Jerusalén es una ciudad en la cual los rezos, las plegarias, y los santuarios más sagrados coexisten entre sí. 

¿Qué ocurre en las calles de la Ciudad Santa en la Semana Mayor? Según relatan algunos turistas en las redes sociales el ambiente se llena de solemnidad, las vestimentas litúrgicas del característico morado se visualiza en todas las calles y es una celebración muy emotiva. 

La ciudad quedó dividida en cuatro barrios, bien característicos en su arquitectura y urbanismo. El barrio cristiano está en la parte alta de la ciudad, y conserva la iglesia del Santo Sepulcro como identidad única.

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Sin embargo acercándose al Muro de las Lamentaciones comienzas a ver levitas, kipás y tirabuzones, vestigios claros del reino del Rey David. Como toda ciudad amurallada preserva las cuatro puertas de acceso originales: La de Damasco, la de Sión, Jaffa y la puerta Dorada. La Mezquita de Omar se visualiza con su imponente cúpula dorada, y acoge a los habitantes del barrio musulmán donde se está el gran bazar de la ciudad. 

La ciudad ha atravesado cualquier tipo de dificultades, pero constantemente ha vuelto ha 'levantarse' sobre sus cenizas. En el centro, aún habita el judaísmo, y en la historia fue arrasada por romanos y babilonios, y puesta en 'pie' por Solimán, después de un siglo en el que los Cruzadas intentaron "crear" un nuevo reino cristiano en el lugar más santo del mundo.

Lo que se conserva en la actualidad es la semilla de la colonia Británica, que preservó la esencia cultural y mística de la identidad de Jerusalén. ¡Es un atractivo que no se puede contar, debes vivirlo! Es uno de esos viajes que mereces hacer una vez en la vida.