Por: Paula Andrea Barajas Fuquen • Bolivia.com

9 riesgos que desconocías del uso de las chanclas

Especialistas revelaron los riesgos de usar con frecuencia las chanclas y estos son los daños que generan en el pie.
 

Riesgos que desconocías del uso de las chanclas. Foto: Shutterstock
Riesgos que desconocías del uso de las chanclas. Foto: Shutterstock

Especialistas revelaron los riesgos de usar con frecuencia las chanclas y estos son los daños que generan en el pie.
 

Las chanclas se han vuelto parte de nuestro diario vivir, el uso cotidiano de ellas han hecho de estas, un elemento fundamental en la vida de casi todo ser humano.

Todo el mundo parece tener las suyas. Sin embargo, algunos estudios han alertado para que no usemos este tipo de calzado durante muchas horas. Al parecer su uso frecuente podría ser la causa de un variado rango de enfermedades, como la fascitis plantar, la inflamación de los músculos o dolor de la parte baja de la espalda.  

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Según indican los expertos cuando usamos chanclas nuestros pasos son más cortos que, por ejemplo, con unas zapatillas deportivas y los talones chochan con el suelo de un modo no del todo vertical como sucede con otro tipo de calzado, lo que altera el ritmo natural de nuestra marcha. Esto sucede porque la mayoría de las personas suele tensar los dedos del pie para mantener mejor la sujeción de la sandalia y la presión de los dedos.

Lo que empieza siendo un esfuerzo adicional para el talón y el arco del pie termina en una inflamación de las piernas, las caderas y la parte baja de la espalda.

Es por esto, que especialistas recomiendan no utilizar con frecuencia este tipo de calzado para evitar algunas de estas enfermedades que se adquieren con el uso de las mismas.

Los efectos negativos son varios, y aquí te dejamos los 9 riesgos que de seguro desconocías del uso de las chanclas.

1. Fascitis plantar

El uso frecuente de chancletas, produce fascitis plantar, una inflamación de la fascia situada en la planta del pie. Este tejido "abarca desde el calcáneo (hueso que forma el talón) hasta los dedos y entre sus funciones principales se encuentran dar estabilidad a la pisada y absorber impactos durante la actividad". Al lesionarlo podemos sentir "un dolor agudo que suele ser más intenso por las mañanas al dar los primeros pasos, tras conservar aún cierta rigidez por la falta de actividad muscular nocturna.

Cuando usamos excesivamente las chanclas, los dedos generan un sobreesfuerzo para poder agarrarse a la parte delantera del calzado. Esta sobrecarga de los músculos internos puede acentuar el desarrollo de lesiones como los dedos en garra, juanetes o metatarsalgias, que es un dolor en la zona anterior del pie.

 

2. Rozaduras, ampollas y quemaduras

El hecho de que los pies estén al descubierto y mantengan en contacto directo con el suelo, ligado a la sudoración y la dilatación por el calor, puede producir quemaduras por el sol, rozaduras o ampollas.

Para evitar este tipo de problemas, es recomendable usar un calzado que tenga una buena sujeción, suela de goma y plataforma delantera y trasera.

Su uso puede alterar la forma de caminar, ya que las personas suelen arrugar los dedos para mantener el calzado en su sitio mientras que el talón queda totalmente levantado y sin apoyo.

Incluso, según un estudio realizado en 2008 por la Universidad Auburn (Estados Unidos), cuando usamos chanclas nuestros pasos son más cortos lo que ocasiona que nuestro talones choquen con el suelo de una forma irregular.

 

4. Daño solar

Otra de las consecuencias potenciales del uso de las chancletas, principalmente en verano, es el daño solar.

Cualquiera que use este tipo de calzado debe aplicarse filtro solar en los pies para reducir el riesgo de padecer cáncer de piel. 

Por ello, expertos recomiendan sólo usarlas en las playas o antes de entrar a piscinas, así mismo, evitando el uso prolongado de ellas.

 

5. Peligro para largas caminatas

Ya sean largas o cortas caminatas, al dar pasos muy cortos arrastramos el pie y el tobillo realiza un esfuerzo mayor. Por ello, no son recomendables para este tipo de actividades.

 

6. Riesgo de caídas

Al no llevar sujeto el pie se genera un desequilibrio, por lo que aumenta el riesgo de caídas y esguinces.

 

7. Inflamaciones 

Generan un estiramiento de la fascia plantar, causando inflamación, dolor y cansancio.

 

8. Desprotección

El pie al estar desprotegido; queda altamente expuesto a agentes externos que pueden afectarnos y generar nuevas enfermedades.

 

9. Heridas

Pueden producir heridas entre el 1º y 2º dedo, debido al roce con la tira que sirve para sujetarla.

 

En conclusión, aunque puedan parecer la opción más cómoda y fresca para el verano, en realidad no son saludables al usarlas frecuentemente. Por ello, expertos recomiendan usar una calzado que tenga una buena sujeción, suela de goma y plataforma delantera y trasera. 

¿Y tú, conocías los riesgos?

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