Mercurio en retrógrado estará hasta el 29 de noviembre. Esto alertan los astrólogos. Foto: Pixabay
Del 9 al 29 de noviembre se extenderá el Mercurio en retrógrado comenzando en Sagitario y terminando en Escorpio. Los astrólogos advierten el "caos" que trae este tránsito planetario para los signos.
En términos astrológicos, se asocia con disrupciones en la comunicación, viajes, tecnología y decisiones, invitando a la reflexión en lugar de a acciones impulsivas. Este será el último periodo de este 2025.
¿Cómo le afectará a los signos?
Sagitario y Escorpio serán los signos que sufrirán más este tránsito de Mercurio retrógrado debido a que el movimiento planetario cae en ellos. Según Stephanie N. Campos, astróloga de Cosmopolitan, aseguró que los signos de tierra podrían "sufrir cambios en sus creencias y estructuras personales".
Por su parte, los signos de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) enfrentarán dificultades emocionales, procesos profundos y de evolución trascendentales para su vida amorosa y demás relaciones interpersonales.
Mientras que los signos de aire (Géminis, Libra y Acuario) tendrán conflictos externos debido a que la gente no comprende cómo pueden enfocarse en sí mismos pese a las adversidades.
"Una nueva versión de ti mismo está a la vuelta de la esquina", precisó la astróloga para la referida revista. El periodo de Mercurio en retrógrado será un tiempo para revisar miedos, inseguridades y emociones no trabajadas.
Los astrólogos coinciden en que es un tiempo para "guardarse las ideas" y evitar las discusiones debido a que las personas estarán a la defensiva y los problemas con la comunicación "estarán a la orden del día".
Estos tránsitos combinan la energía escorpiana de intensidad hasta el 22 de noviembre con la sagitariana de expansión, ideal para soltar lo viejo y abrazar lo nuevo. Los cambios de mentalidad y la perspectiva de los procesos tendrán relevancia para todos los signos.
Pero tranquilos, el próximo 29 de noviembre Mercurio entrará "en directo" y se restaurará su movimiento natural, esto impactará a los signos de forma positiva al brindar claridad mental, las decisiones fluirán con mayor confianza y firmeza en el hacer.
Es un momento de cierre emocional y mental del año, ideal para avanzar con lecciones aprendidas, reconectar con la verdad personal y soltar creencias limitantes del pasado. En esencia, marca el fin de la introspección forzada y el inicio de un flujo más armónico en la expresión, las relaciones y los planes cotidianos.