Por: Mary Mora con información de EFE • Bolivia.com

Viruela del mono: Expertos plantean hipótesis de que la enfermedad se transmita sexualmente

La viruela del mono ha sido una enfermedad olvidada durante las cuatro décadas en las que ha sido endémica en África, y sólo se le ha prestado atención cuando se ha declarado un brote en naciones desarrolladas como las europeas.

Virus de la viruela del mono por microscopía electrónica. Foto: EFE
Virus de la viruela del mono por microscopía electrónica. Foto: EFE

La viruela del mono ha sido una enfermedad olvidada durante las cuatro décadas en las que ha sido endémica en África, y sólo se le ha prestado atención cuando se ha declarado un brote en naciones desarrolladas como las europeas.

Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunieron para analizar respuestas al actual brote de viruela del mono, con más preguntas que respuestas, e incluso nuevas hipótesis que barajan que la enfermedad pueda transmitirse por vía sexual.

Aunque en las últimas semanas la OMS ha insistido en que la viruela del mono se transmite por contacto físico próximo, no necesariamente sexual, expertos subrayaron que deben realizarse más análisis en laboratorio.

Es necesario, según ellos, analizar muestras de semen en busca del virus causante de la enfermedad, o investigar por qué en países endémicos como Nigeria esta viruela menos grave que la convencional es especialmente prevalente en hombres y no en mujeres.

¿Un virus olvidado?

La viruela del mono ha sido una enfermedad olvidada durante las cuatro décadas en las que ha sido endémica en África occidental y central, y sólo se le ha prestado atención cuando se ha declarado un brote en naciones desarrolladas como las europeas.

Los expertos subrayaron la necesidad de investigar en profundidad el origen animal del virus, ya que se apunta a roedores y no a monos como principales transmisores, pero hay miles de especies de estos animales en las regiones endémicas.

Médicos africanos de las zonas con frecuentes casos explicaron que los niños son allí los más afectados por esta enfermedad, concentrando a veces casi un 90% de los casos, y apuntaron la posibilidad de que lo contraigan en cacerías rurales de pequeños animales.

Aunque, muchos aseguran que la viruela del mono "es un brote, no una pandemia". Lo preocupante del caso es que la enfermedad posiblemente es transmisible de la madre embarazada al feto, o que en países con redes sanitarias poco desarrolladas alcanza una letalidad de hasta el 7,5%.

Adicionalmente, los expertos subrayaron que pese a lo inusual de este brote es "todavía controlable", y resaltaron que la comunidad médica debe centrarse en continuar detectando casos, analizar posibles cadenas de transmisión y proteger a los trabajadores sanitarios.

Para esa protección podrían servir las vacunas contra la viruela convencional, una enfermedad más grave pero que fue erradicada en el planeta hace 40 años, por lo que la vacunación contra esa enfermedad se interrumpió hace décadas y muchas generaciones más jóvenes no están inmunizadas.

Ambas viruelas son causadas por virus de la misma familia (orthopoxvirus) y se calcula que la vacuna contra la viruela convencional tiene una eficacia del 85% contra la del mono, aunque es posible que ese porcentaje haya bajado debido al largo tiempo en la que la mayoría de las personas fueron inoculadas hace décadas.

Los expertos coincidieron en que todavía no debe considerarse una vacunación masiva de toda la población de un país afectado contra la viruela del mono, algo que la OMS también ha defendido en las últimas semanas.

La enfermedad generalmente dura entre dos y cuatro semanas, y suele empezar con fiebre, dolores de cabeza, fatiga o picores, para acabar derivando en erupciones cutáneas que generalmente comienzan en la cara pero pueden extenderse a otras partes del cuerpo.

En casos más graves, el número de erupciones puede superar el cuarto de millar, y se advirtió que si éstas se extienden a los ojos pueden provocar ceguera.

Como medidas preventivas, la OMS recomienda evitar el contacto físico con infectados, llevar mascarilla al estar en contacto con ellos o con su ropa, y limpiar y desinfectar superficies posiblemente contaminadas.