Viruela del mono: formas de contagio, síntomas y origen, todo acerca de la nueva enfermedad
Aún no existe una vacuna específica, pero la vacuna contra la viruela humana puede reducir los síntomas de la enfermedad y evitar una mayor propagación. En Bolivia no se han confirmado casos aún.
Aún no existe una vacuna específica, pero la vacuna contra la viruela humana puede reducir los síntomas de la enfermedad y evitar una mayor propagación. En Bolivia no se han confirmado casos aún.
La viruela del mono, también conocida como viruela símica, es una nueva afección que está generando preocupación alrededor del mundo ya que la población teme que se convierta en una nueva pandemia, aunque especialistas afirman que la enfermedad no llegaría a tanto porque el mecanismo de contagio es diferente.
Esta variante de la viruela es una enfermedad que se transmite de animales a personas y es muy poco común en el mundo, aunque tiene síntomas similares a la viruela convencional.
La viruela apareció en 1970 y el nuevo rebrote en esta nueva versión se detectó a inicios de mayo de este año en España, Portugal, Estados Unidos y Canadá. Desde entonces se han ido reportando nuevos casos de la enfermedad alrededor del mundo, aunque en Bolivia aún no se han confirmado.
Esta enfermedad es de tipo viral y, aunque su nombre parezca apuntar a otra cosa, los monos no son el almacenador principal de la carga viral, sino que se apunta a que posiblemente son roedores pequeños como las ardillas que habitan en África Central y Occidental.
Los síntomas de la viruela del mono son: fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor muscular, dolor de cabeza, debilidad intensa y erupciones cutáneas que aparecen tres días después de la fiebre.
La infección tiene un periodo de incubación de 6 a 16 días antes de presentar síntomas y puede ampliarse hasta 21 días en total.
Las erupciones que aparecen en la piel por la enfermedad afectan al rostro principalmente, luego llegan a las palmas de las manos y a las plantas de los pies. Estas lesiones aparecen como ampollas llenas de líquido que luego se transforman en pústulas para terminar como costras en un periodo de 10 días.
La eliminación de estas lesiones en su totalidad puede tomar hasta tres semanas, y aunque no es lo más común, estas pueden afectar áreas de la mucosa de la boca, la córnea, conjuntiva palpebral y los genitales.
El contagio de esta enfermedad se da de animales a humanos o de humanos a humanos. Los principales animales que contagian de esta viruela son primates y roedores que tengan contacto directo con humanos.
En el caso del contagio de persona a persona, el contagio es altamente probable y se da a través del contacto físico, fluidos corporales, pus o sangre, es decir, todo lo que tenga contacto con una persona infectada, incluyendo objetos. En especial son las costras áreas de mayor foco infeccioso.
Es importante que la enfermedad sea diagnosticada por un médico para descartar otras afecciones similares. Uno de los síntomas fundamentales para detectar la viruela símica es la linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos) y también se requerirán otro tipo de estudios y análisis.
Aún no existe un tratamiento ni vacuna específica para la viruela del mono. Aunque por medio de la vacuna de la viruela humana, podría controlarse el brote de la enfermedad y reducir los síntomas. Además, pacientes tendrán que mantenerse aislados hasta que ya no transmitan el virus a otras personas.
El riesgo de contraer la viruela del mono es bajo, ya que se necesita de un contacto directo con la persona infectada y en caso de convivir con un paciente diagnosticado, se puede evitar contraer el virus con protección y un equipo de que sirva al manipular los objetos que esta persona utilice para limpiarlos y desinfectarlos.
En el caso de contagios de animales a humanos, se recomienda evitar la exposición de forma directa con roedores o primates y más si provienen de países donde ya se hayan detectado varios infectados.