Argentina bajó la importación de gas boliviano a lo mínimo

Los volúmenes de gas bolivianos que llegan a Argentina han mermado en los últimos meses, los datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) alertan bajas cifras. Argentina continuará con la demanda del gas boliviano, pero a menos cantidades. 

“La disponibilidad del gas importado desde Bolivia ha ido disminuyendo drásticamente año tras año, pasando de cantidades comprometidas en firme para el invierno de 2020, de 18 MMm3/d a un máximo de 5 MMm3/d, promedio mensual para el año 2024”, reseñan medios internacionales sobre la nueva política "energética" del Gobierno de Javier Milei.

Aunque, en los últimos convenios firmados entre ambos países, se proyectó la demanda del gas boliviano a volúmenes interrumpibles a disposición del comprador (Argentina), la reducción ha sido notoria. 

Los ingresos por exportaciones de gas natural comenzaron a caer desde mayo de este año, tras comparar las cifras del primer trimestre con el año anterior, reveló una caída del 16% con respecto al 2022. Argentina es uno de los clientes más rentables de Bolivia en cuanto a venta de gas natural, sin embargo, durante este año se reveló que dejaría de depender de Bolivia. 

La exportación de gas a Argentina marcó un hito en el 2017 cuando se elevó a 17.74 MMm3/d, una cifra que ha venido disminuyendo conforme pasan los años y la demanda ha sido menor. Ahora con la nueva gestión en Argentina, la expectativa de cambios es alta. 

¿Gasoducto argentino? 

En junio de este año, entró en funcionamiento el primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) y con este anhelado proyecto de Argentina, se busca el autoabastecimiento energético y sí las predicciones se cumple, en menos de un año Argentina podrá prescindir del gas boliviano. 

Ante la pérdida inminente de ese mercado, los analistas económicos internacionales refieren que podría generarse un "golpe a la economía de Bolivia". 

“Lo que debe preocupar no es lo que está pasando en Argentina, lo que debe preocupar es que nuestra producción está cayendo y, como vengo diciendo, el 2029 o 2030, depende de cómo se comporten los yacimientos, vamos a producir 14 MMm3d y ese día tendremos que ver cómo importamos gas”, precisó para Los Tiempos, el especialista en hidrocarburos Álvaro Ríos. 

Cabe resaltar que las cifras del 2022 revelan que Bolivia se convirtió en un importador neto de energía y por primera vez desde el 2021 se gastó más en la compra de gasolina y diésel que lo que ganó vendiendo gas natural.