La bonanza minera ha empezado a declinar, según un estudio

El déficit en las inversiones y la baja competitividad serían las principales causas de un bajón en el sector de la minería boliviana, según un estudio de la Fundación Pazos Kanki.

Muchas actividades mineras en Bolivia, se realizan sin la tecnología necesaria. Foto: ABI
Muchas actividades mineras en Bolivia, se realizan sin la tecnología necesaria. Foto: ABI

El déficit en las inversiones y la baja competitividad serían las principales causas de un bajón en el sector de la minería boliviana, según un estudio de la Fundación Pazos Kanki.

La bonanza minera ha comenzado a declinar en el país, no por ser la "manzana de la discordia" entre sectores mineros y campesinos que pugnan por explotar vetas, ni debido a la inestabilidad de los precios, sino por una baja competitividad de la minería boliviana y el déficit de las inversiones, afirma un estudio de la Fundación Pazos Kanki.

El libro "Los dilemas de la minería", de Henry Oporto, Dionisio Garzón, Jorge Espinoza y Pedro Portugal, ofrece una serie de ensayos que se centran en la problemática de la baja competitividad minera y el déficit de las inversiones privadas en el país. Los trabajos se desarrollaron este año, apoyados por la Fundación Pazos Kanki y el Club de Minería, con el objetivo de contribuir al diseño de políticas mineras asentadas en la realidad y con visión de futuro. Los investigadores coinciden en que las escasas inversiones no permiten sustentar un desarrollo robusto y de largo plazo de la actividad minera.

"El proceso que comenzó en los años noventa, con importantes inversiones de riesgo, que fueron madurando en más de una década, ha perdido impulso y prácticamente se ha interrumpido. La situación hoy es incluso de desinversión de capitales, como efecto de los ataques a la minería privada, el desalojo forzado de empresas, la cancelación de contratos de exploración y explotación de áreas mineras", afirma el sociólogo Oporto, que se concentró en este aspecto.
 
Según el investigador, la minería mediana en Bolivia en 2011 representó el 60% del total de las exportaciones mineras. En cambio al primer semestre de 2012, su participación cayó al 48.7% de las exportaciones, y con tendencia a una mayor reducción.

De acuerdo a datos del Banco Central de Bolivia (BCB), la inversión extranjera para el sector de la minería se incrementó en el periodo 2009-2011, de 91,6 millones a 238,4 millones de dólares, pero en 2012 sufrió una caída, al igual que la producción.

El auge de la minería al primer semestre de este año marcó indicadores en rojo, pues los precios de los minerales cayeron en promedio un 16%, mientras que la producción también se redujo en un 5,6%. Para el mismo periodo, se establece que la producción de la minería grande decreció al 36,8%, la minería mediana aumentó al 35,6%, mientras que la minería chica o cooperativizada aumentó al 27,6%.
 
Una disminución en las exportaciones de la minería mediana, según el investigador, supone que el país percibe menos ingresos fiscales, ya que de este sector provienen los impuestos y regalías más altas. "La suma de la regalía que la minería mediana paga al Estado es del 66.6% del total de las regalías mineras; más del doble de lo que el Estado recauda por las regalías del sector cooperativo (28% del total) y de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) que aporta con el 5.1% de las regalías mineras", sostiene.
 
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en los seis primeros meses de este año, la exportación de los minerales a los mercados internacionales facturó 962 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo del año pasado llegó a 1.194 millones de dólares.
 
Oporto afirma que la presión tributaria sobre la minería privada es "asfixiante", ya que equivale a más del doble de la regalía que se paga en Chile y en Perú, y 100% más que lo que se paga en Argentina. También el impuesto a las utilidades en la minería boliviana es mucho más alto que en países vecinos.
 
En una relación porcentual de lo que paga la empresa mediana por impuestos sobre las utilidades de las empresas (IUE) en la región, Oporto afirma que en Bolivia éste equivale al 37.5%, en Argentina llega al 35%, en Chile al 17% y en Perú al 30%.
 
"Por si fuera poco, el proyecto de Ley de Minería pretende subir la regalía minera por sobre el nivel actual del 6%; al igual que elevar el impuesto por remesas de dividendos del 12.5% al 25%, con lo cual la participación del Estado en la renta minera subiría al 67%; es decir, dos de cada tres dólares generados por los productores mineros apropiados por el Estado", señala.
 
En caso de que Comibol participe en los proyectos ejecutados por las empresas privadas, percibiendo el 55% del valor de la producción, la participación tributaria hacia el Estado subiría hasta un 91%, según cálculos del sociólogo, quien cuestiona que con ese tratamiento tributario no habrá quién invierta en el país.
 
El investigador señala que el sector privado está siendo estrangulado al punto que la minería podría reducirse a un puñado de empresas estatales de dudosa viabilidad, y un extenso conglomerado de pequeñas operaciones de cooperativas y productores informales, con el resultado previsible de un estancamiento general de la actividad minera.
 
La encrucijada, dice, es dramática por lo que es necesario reencauzar la política minera hacia el desafío de la competitividad y la modernización, en un contexto de apertura y garantías a la iniciativa privada, el rol eficaz del Estado en la promoción de la industria minera y la participación de una gama amplia de pequeños productores articulados en cadenas de producción, transformación y exportación minera.  [Contacto: hocastro07@yahoo.es]

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