Por: Sofía Brañez • Bolivia.com

Aprehenden al padre de los niños que fueron envenenados en Copacabana como principal sospechoso de infanticidio

Juan Carlos Paredes habría tenido una deuda de 12.000 bolivianos que se rehusaba a pagar y se presume que fue esto lo que lo llevó a envenenar a sus hijos que vivían en Copacabana con su madre.

Niños víctimas de envenenamiento. Foto: Youtube
Niños víctimas de envenenamiento. Foto: Youtube

Juan Carlos Paredes habría tenido una deuda de 12.000 bolivianos que se rehusaba a pagar y se presume que fue esto lo que lo llevó a envenenar a sus hijos que vivían en Copacabana con su madre.

Este miércoles se logró aprehender a Juan Carlos Paredes, el padre de los niños que murieron por envenenamiento en Copacabana y se habría escabado después de haber cometido el trágico crimen.

Paredes, de 28 años, es el presunto autor del crimen que acabó con la vida de los menores, siendo este delito calificado como doble infanticidio. El padre de los niños estaba desaparecido y luego visitó a sus hijos, tiempo en el que les dio a ingerir yogurt con leche, bebidas en que se presume que estaba el veneno que mató a las dos víctimas.

“Se ha tenido conocimiento que el señor Juan Carlos se encuentra en el municipio de Inquisivi, hecho que se ha informado a la Policía para los efectivos se trasladen al lugar, debido a la señal no tengo comunicación con la autoridad policial para que confirme este dato”, afirmó el fiscal Javier Huanca, asignado al caso.

Los niños vivían en Copacabana y se presume que el móvil del padre fue que no quería pagar pensiones para sus dos hijos y ahora se lo investigará una vez que sea trasladado a la ciudad de La Paz.

Se trataba de dos menores, una niña de dos años y su hermano de nueve. Ambos habrían bebido yogurt con leche y unas mandarinas que también les habría dejado su padre.

La madre de los niños estaba separada de su esposo y la Fiscalía informó que fue por problemas para pagar la manutención de los pequeños que el padre actuó y aprovechó de su visita a los menores para matarlos.

La tía de los dos menores es la que contó que la deuda de manutención superaba los 12.000 bolivianos y era justamente ayer, martes que concluía el plazo para que el padre pague. La familiar de los niños también declaró que sus hijos avisaron que consumieron los productos que dejó el sospechoso y se quejaron de un "sabor picante" y al darse cuenta, ella pudo salvar a sus niños del veneno.