Bolivia se plantea erradicar 10.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
El Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, anunció que se propuso destruir en esta gestión al menos 10.000 hectáreas de cultivos ilegales de hojas de coca como parte de sus políticas de lucha contra el narcotráfico.
El anuncio fue realizado por Arce y el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo, en un evento en el Trópico de Cochabamba, una de las principales zonas productoras de hojas de coca del país, para inaugurar oficialmente las labores de erradicación de cultivos ilegales de la planta.
"Este año planteamos la erradicación de 10.000 hectáreas y, si seguimos con el ritmo actual, considero que podremos superar este objetivo y demostrar una vez más a la comunidad internacional lo exitoso de nuestro modelo de erradicación", destacó Arce en su discurso.
El mandatario recordó que en 2021 se tenía una meta de destrucción de 9.000 hectáreas y se llegó a una superficie de 9.457 hectáreas, frente a las 1.770 erradicadas durante la gestión transitoria de Jeanine Áñez, marcada también por los confinamientos a causa de la pandemia de la COVID-19 que obligaron a suspender esas labores.
Arce acusó al Gobierno interino de Áñez de haber intentado retornar al modelo "fallido" de erradicación de la hoja de coca vigente antes de la llegada de Evo Morales a la Presidencia en 2006 que, según dijo, estuvo marcado por la confrontación con los cocaleros.
"Este modelo que se basaba en la fracasada estrategia norteamericana de guerra internacional contra las drogas tenía las siguientes características: era injerencista, represivo, atentatorio de la soberanía nacional y sobre todo violento, pues consideraba enemigos internos a los productores de la hoja de coca", dijo.
Política gubernamental
El gobernante destacó que el modelo puesto en marcha por Morales y que su Gobierno retomó logró nacionalizar la lucha contra el narcotráfico, plantea un desarrollo integral, no condiciona los proyectos de infraestructura a la erradicación de cultivos y respeta los derechos humanos de los cocaleros.
También aseguró que Evo Morales "representa una larga historia de resistencias a la erradicación forzosa de los cultivos de la hoja de coca" y le atribuyó la introducción de la "concertación" con los cocaleros en las políticas de erradicación de plantaciones.
Por su parte, Del Castillo remarcó que la meta de erradicación de 10.000 hectáreas se alcanzará "bajo el respeto a los derechos humanos, la coordinación con los productores de la hoja de coca y el trabajo mancomunado e interinstitucional entre entidades del rubro".
La hoja de coca en Bolivia está consagrada en la Constitución por sus usos tradicionales, medicinales y culturales, pero una parte de la producción es desviada al narcotráfico para la fabricación de cocaína.
En 2017, Evo Morales promulgó una ley que amplió la superficie de los cultivos legales de la planta de 12.000 a 22.000 hectáreas.
Morales sigue siendo el máximo dirigente de las federaciones de cocaleros del Trópico de Cochabamba, un cargo que ostentó incluso durante sus casi 14 años de Gobierno.
Los cultivos de la planta en Bolivia se incrementaron un 15% al pasar de 25.500 hectáreas en 2019 a 29.400 hectáreas en 2020, según un informe difundido en agosto pasado por la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).