De la Plaza Murillo a la prisión: Zúñiga y la sombra del golpe
El excomandante afirma que su comportamiento errático fue provocado por una sustancia que consumió sin saberlo el día del levantamiento militar.
El excomandante afirma que su comportamiento errático fue provocado por una sustancia que consumió sin saberlo el día del levantamiento militar.
El general Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército, se pronunció por primera vez sobre los eventos del 26 de junio, cuando se produjo una asonada militar frente al Palacio Quemado en la Plaza Murillo. Zúñiga, actualmente en prisión preventiva en la cárcel de El Abra, Cochabamba, es investigado por delitos de alzamiento armado, seducción de tropas y terrorismo.
Según su abogado, Armando Magne, lo ocurrido fue una "protesta militar" impulsada por el descontento del general hacia el presidente Luis Arce, aunque influenciado por subordinados.
Zúñiga señaló que dos oficiales, el mayor Leonel Sanjinés y el mayor Miguel Fernando Iriarte, fueron quienes lo incitaron a participar en la protesta mediante un "libreto" que planificaba un asalto militar. Sanjinés, quien trabajaba en el área de Inteligencia del Ejército, está actualmente bajo arresto domiciliario.
Zúñiga, cercano a Arce debido a su conocimiento en inteligencia militar, había sido ratificado en su puesto, pero su destitución estaba programada para el 26 de junio, un día después de la protesta, debido a comentarios que había hecho sobre detener a Evo Morales si intentaba postularse a la presidencia.
El abogado de Zúñiga reveló que su cliente conocía el plan de golpe, pero solo lo usó como una forma de expresar su molestia por su relevamiento, frustrando los intentos de un alzamiento más serio.
Además, Zúñiga mencionó que sospecha haber sido drogado el día de los hechos, ya que su comportamiento fue errático e inusual. Relató que después de beber un vaso de agua caliente, proporcionado por uno de sus ayudantes, comenzó a sentirse mal y actuó de forma descontrolada.
Aunque ha solicitado un examen capilar para detectar posibles sustancias, su solicitud fue inicialmente rechazada. Mientras tanto, permanece bajo investigación en prisión preventiva en Cochabamba.
En la declaración que el excomandante del Ejército hace ante la Fiscalía señala en qué momento tomó un vaso de agua, quién le sirvió y cómo ha sido su cambio en sus determinaciones. Eso es necesario entender también”, puntualizó el general Juan José Zúñiga.