Tarija: Desbaratan red de proxenetismo en Bermejo, las menores de entre 6 y 17 años eran ofrecidas en un catálogo

Este jueves, gracias al trabajo de seguimiento del Ministerio Público, se desbarató una banda delincuencial que operaba en Bermejo. Los delincuentes captaban menores de entre 6 y 17 años de Bolivia y Argentina. Nivardo Candelario Cuellar (41) que se hacía cargo de la administración, Teresa Vásquez López (27) y Teresa Malomi Guadami Amador (45), se dedicaban al proxenetismo, trata de personas, corrupción de menores como también violencia sexual comercial agravada.

“Se ha aprehendido a tres personas que son la cabeza de la banca, se dedicaban a captar menores de edad desde los 6 hasta 17 años, menores que eran de nacionalidad boliviana y también argentina, es más, tenían un catálogo que se manejaba a través de WhatsApp donde a las menores las hacían vestir y maquillarse como si fueran mayores de edad, les indicaban que si alguien les preguntaba digan que tenían 18 años”, informó la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez.

En ese sentido, tras su aprehensión fueron sometidos a una audiencia cautelar de más de cinco horas, donde la justicia determinó la detención preventiva de las dos mujeres y un hombre que fueron identificados como los cabecillas de la banda de proxenetismo. Estas personas captaban menores y difundían sus fotografías en catálogos que circulaban en grupos de WhatsApp de Bermejo.

Gutiérrez agregó que son muchas más personas las que están involucradas en esta red, entre ellas autoridades de distintas instituciones, por lo que por el momento no reveló más datos de los demás implicados.

Nivardo Candelario Cuéllar, fungía como administrador del lenocinio, donde se encontraron a las menores de edad. Por su parte Teresa Vásquez y Teresa Guadami, eran quienes se encargaban de captar a las menores de nacionalidad boliviana y argentina, que luego ofrecían como “carne fresca”.

“Captaban a menores de edad a partir de los 6 a los 17 años, no solo de nacionalidad boliviana sino también de Argentina (…) Las hacían vestir y pintar como mayores. Tenían un catálogo con fotografías y las ofrecían con palabras vulgares como ‘carne fresca’ que mandaban a grupos de WhatsApp”, señaló la fiscal.

Estas dos mujeres analizaban la situación económica de las víctimas, para ofrecerles trabajo y con engaños llevarlas al lenocinio, de donde eran echadas en caso de resultar embarazadas.