Asesinato múltiple de Pucamayo se debió a los bloqueos en Parotani según investigación

El motivo del homicidio múltiple en Pucamayo sacudió con una triste realidad; todo se debió a los bloqueos en Parotani.

Las investigaciones en el caso de secuestro, tortura y homicidio múltiple en Pucamayo sacudió a Cochabamba con una triste realidad, los implicados habrían tomado la vida de estas cinco personas debido a un conflicto en los bloqueos de Parotani. 

“Los detenidos forman parte de las seis federaciones de productores de coca en el Chapare y por esa circunstancia, viviendo en Pucamayo, han sido destinados a bloquear en Parotani, el lugar de máxima tensión y conflicto donde se hallaron dinamitas y cazabobos”, explicó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera. 

En el transcurso de la investigación se reveló que uno de los implicados, Ernesto Almaraz, reveló que tras su participación en los bloqueos 'evistas' entregó Bs. 27.800 que eran para adquirir dos fusiles que eran para un supuesto exmilitar. 

“En tanto que han existido también cooperadores e incitadores quienes, después de haber sido engañados en la compra fallida, reaccionaron”, explicó Aguilera sobre la compra de estas armas por los perpetradores del hecho. 

Según Aguilera, Almaraz confesó haber asesinado estas personas debido a que los comunarios del sector las "querian quemar vivas" por identificarlos como funcionarios militares, a quienes se les señalaba de intervenir en los puntos de bloqueos en Parotani. 

"Primero saqué del vehículo a Tadhashy L. M. y le disparé en la cabeza. Después sacamos a las otras tres personas y también les disparé en la cabeza. Después les amarramos y les volvimos a subir al vehículo rojo, les echamos gasolina y los quemamos”, reza la declaración del aprehendido. 

Las víctimas fueron identificadas como Thadashy Loroña, Trinidad Muñoz, Auristelia Loroña y Juan Carlos Román (ex militar de la Fuerza Aérea). Estos cuatro fueron encontrados en una fosa común, con disparos en la cabeza, según refirió el parte forense. 

Sin embargo; una quinta víctima intentó huir, pero fue recapturado y obligado a cavar su propia tumba. Se presume que fue enterrado en un sembradío de plátano cercano al primer punto de ejecución de las primeras víctimas.