Iniciaron los actos por el Día del Mar: ¿Cómo será la conmemoración a Abaroa?
Este sábado en el marco del Día del Mar se realizó el traslado de los restos del héroe Eduardo Abaroa a la plaza que lleva su nombre

Este sábado en el marco del Día del Mar se realizó el traslado de los restos del héroe Eduardo Abaroa a la plaza que lleva su nombre
Iniciaron los actos por el Día del Mar. Según un reporte de ABI, con una homilía y el traslado de los restos del héroe Eduardo Abaroa a la plaza que lleva su mismo nombre en la ciudad de La Paz, dieron inicio este sábado los actos protocolares por el Día de la Reivindicación Marítima, que se conmemorará mañana domingo 23 de marzo en el país.
El medio de comunicación señala que el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, acompañado de otras autoridades, jefes militares y ciudadanía, lideró el traslado de los restos de Abaroa desde la Basílica Menor de San Francisco hasta la plaza que lleva su nombre, en la zona de Sopocachi, pasando por todo el trayecto de El Prado paceño.
De igual forma, con la entonación de la Marcha Naval, la urna con los restos de Abaroa será colocada en la plaza que lleva su nombre, donde permanecerá hasta mañana domingo, cuando se realicen los actos centrales por el Día del Mar en Bolivia.
Según el reporte de la Alcaldía de La Paz, el domingo 23 de marzo se desarrollará el acto central con la ofrenda floral a las 06:00, seguido de un acto protocolar con la presencia de autoridades del gobierno central, departamental y municipal. Luego, se llevará a cabo el desfile cívico-militar en la plaza Abaroa, con la participación de estudiantes, instituciones y fuerzas militares.
Día del Mar
Cada 23 de marzo, los bolivianos recuerdan el Día de la Reivindicación Marítima, en homenaje la muerte de Abaroa, en la defensa de Calama, tras la invasión chilena al departamento del Litoral durante la Guerra del Pacífico.
Eduardo Abaroa, es recordado por su valentía y su célebre frase: “¡Rendirme yo, que se rinda su abuela… Carajo!”, que trascendió las fronteras y es mencionada hasta la actualidad por los bolivianos.
Tras su muerte, a la edad de 41 años, su cadáver fue recogido por las tropas enemigas y se lo sepultó, silenciosamente, en el cementerio del pueblo de Calama, a las cuatro de la tarde del 23 de marzo de 1879.