Autoridades no reportaron lesionados tras la gasificación de la protesta. Foto: EFE
Tras completarse el octavo día de protestas de la Central Obrera Bolivia (COB), los integrantes de las marchas fueron gasificados por la Policía este martes 30 de diciembre tras intentar ingresar a la Plaza de Murillo, en pleno centro de La Paz.
"Les decimos al Gobierno que de una vez solucione este problema, que abra las mesas de diálogo, porque estas acciones no van a llevar nada. Ya se la ha advertido al Gobierno, que de existir resultados funestos y negativos, será plena responsabilidad del Gobierno", precisó Andrés Faye, dirigente de la Federación Sindical de Mineros de Bolivia.
Faye admitió que detonaron dinamita durante la protesta: "La democracia se ha recuperado con dinamitas y se ha hecho retroceder", aseveró Faye en una declaración que recoge Visión 360.
Los enfrentamientos comenzaron en una de las esquinas donde se encuentra el edificio de la Vicepresidencia y del Banco Central de Bolivia (BCB) en La Paz, momento cuando unos mineros intentaron retirar por la fuerza una valla metálica. Luego procedieron a lanzar petardos y detonaron cargas de dinamita para hacer retroceder a los policías, quienes respondieron con gas pimienta y gases lacrimógenos para dispersarlos.
Algo similar pasó en otros accesos a la plaza Murillo, donde los manifestantes también detonaron dinamitas y lanzaron petardos, aunque en esos otros lugares del centro de La Paz, la Policía no usó agentes químicos para no afectar al resto de personas.
Las marchas fueron nuevamente criticadas por varios transeúntes que intercambiaron insultos con los dirigentes sindicales y cuestionaron a los sectores movilizados por el perjuicio y los daños que causan a la ciudad con la detonación de dinamitas.
¿Por qué protestan?
Los dirigentes de la COB siguen en protesta por el decreto 5503, que rige desde hace dos semanas, los precios de los combustibles con un incremento del 86% en el costo.
Los dirigentes de la COB ya tuvieron una reunión la semana pasada con el presidente Rodrigo Paz, pero no alcanzaron ningún acuerdo porque el ente sindical condicionó el diálogo a que primero el Ejecutivo abrogue el decreto, algo que el Gobierno ha asegurado que no ocurrirá.
El Ejecutivo defiende que ya no era sostenible mantener la subvención y asegura que su retiro garantizó la provisión de diésel y gasolina que fue escasa durante casi un año y medio, lo que permite un ahorro diario al Estado de 10 millones de dólares solo en mantener el abastecimiento.
